Alfonso Severo.
Alfonso Severo, un trabajador ferroviario que tenía que declarar hoy en el juicio contra José Pedraza y otros 16 imputados por el asesinato del militante del Partido Obrero, Mariano Ferreyra, se encuentra desaparecido desde ayer a la noche. Hay fuerte preocupación de los familiares y la querella.
En declaraciones a CN23, Gastón, hijo de Severo, manifestó: “Mi papá conoce a toda la gente que estuvo el día del crimen. Él aportó mucha información, siempre ayudó. Estaba emocionado con declarar. Yo pienso que yendo para la casa se lo llevaron, porque él no es así. Quería declarar, se sentía bien y no tenía miedo. En ningún momento dudó en declarar”.
Alfonso Severo es un ferroviario, trabajador de Ferrobaires, que debía prestar declaración en la audiencia que se realizará hoy por el juicio por el asesinato del militante del Partido Obrero.
Denuncian desaparición del testigo clave
El hijo del testigo también alertó que, previamente a su desaparición, Severo había recibido una llamada intimidatoria, donde solo se escuchaba el sonido de la tele y una radio.
“Anoche habló con la mamá de mi hijo, que había sido operado, y le dijo que lo iría a visitar y lo mismo le dijo a mi mamá. Eran las diez y media. Nunca llegó a destino y desde las once que llamamos a su celular y da directamente el contestador”, contó Gastón.
El testimonio de Alfonso Severo cobra vital importancia porque comprobaría los vínculos de la conducción de la Unión Ferroviaria con la patota que asesinó a Mariano y con el régimen de tercerización laboral
Y agregó: “No tenemos rastros de él desde anoche. Él nunca tuvo miedo a nada. Es más, estaba muy entusiasmado. Su vida es el ferrocarril. Hay muchas cosas atrás de esta causa, pero estamos muy tranquilos.
“Hicimos una denuncia a nivel nacional y un pedido de búsqueda. Y estamos nosotros mismos por cuenta propia buscándolo por todos lados. Ahora tenemos que esperar. Al final, uno por ayudar termina siendo dañado. Mi mamá, mi hermano, mi familia, están todos destrozados”, expresó Gastón.
Por otro lado, detalló que su padre se movilizaba en un “Renault Clio cinco puertas con patente HCA 137”.
El testimonio de Alfonso Severo cobra vital importancia porque puede comprobar los vínculos de la cúpula de la Unión Ferroviaria con el régimen de tercerización laboral que imperaba en el ferrocarril, contra el cual protestaba Ferreyra junto a otros trabajadores el 20 de octubre de 2010 cuando fue asesinado a manos de una patota.
El ministerio de Seguridad, a través de la subsecretaria Cristina Caamaño, resolvió una búsqueda federal para encontrar al testigo desaparecido.