El magistrado le informó al tribunal de juicio del caso Cuadernos, que lo presiona para que deje de investigar las adulteraciones, que continuará con la pesquisa porque no hay una superposición de objetos procesales. Además, ordenó nuevas medidas como un entrecruzamiento de llamadas del expolicía que manipuló los anotadores. Los detalles.
El juez Marcelo Martínez de Giorgi le informó este lunes al tribunal de juicio del caso Cuadernos (TOF 7) que continuará investigando las adulteraciones de los anotadores. La respuesta se da luego de que el TOF 7 le solicitara al magistrado que deje de realizar pericias sobre 3 cuadernos en el marco de una pesquisa paralela a la central, en la que se investigan manipulaciones para perjudicar al empresario Armando Loson. Los peritajes (caligráficos y lingüísticos) evidenciaron todo tipo de irregularidades, como que hubo varias manos en la escritura de los textos adjudicados al chofer y ex militar Oscar Centeno; y que hasta que fueron copiados o dictados. Doblando la apuesta, Martínez de Giorgi ordenó nuevas medidas en el expediente, entre las que se destaca un entrecruzamiento de llamadas del expolicía Jorge Bacigalupo, que se comprobó adulteró los cuadernos. Quiere saber con quién habló el sargento retirado de la PFA cuando hizo las manipulaciones.
Martínez de Giorgi les respondió a los jueces del TOF 7 Fernando Canero, Enrique Méndez Signorini y Germán Castelli (designado a dedo por Mauricio Macri) que el objeto procesal que está investigando no tiene nada que ver con el caso central de Cuadernos y que ello fue confirmado en dos ocasiones por la Cámara Federal porteña. Los integrantes del tribunal de juicio –que no son superiores del juez de instrucción y no tienen ascendencia sobre él- le habían pedido que se abstuviera de producir cualquier tipo de prueba. El tribunal quiere anexar la causa de Loson para evitar el colapso de la operación político-mediático-judicial que se inició en 2018.
“A la luz de las consideraciones expuestas por los jueces de esa judicatura, corresponde señalar que, las presentes actuaciones, se iniciaron con motivo de una denuncia formulada por Armando Roberto Loson”, informó Martínez de Giorgi al TOF 7. Indicó que en la pesquisa a su cargo, que se inició en abril del año pasado, se pretende “conocer si instrumentos que fueron utilizados en otro proceso (en la causa n° 9608/18 que actualmente tramita allí), resultaron materia de adulteración, quiénes fueron sus autores, y con qué fines lo hicieron. Ese es el objeto de este proceso”, dijo, en referencia a los cuadernos adjudicados a Centeno. En esos anotadores se involucró a Loson, que es uno de los imputados en la causa central.
En esa línea, Martínez de Giorgi detalló que la causa que tiene a su cargo se inició tras “el debido impulso del representante del Ministerio Público” y que contó “con respaldo en estudios oficiales, uno de ellos suscripto por los peritos de parte – querella y defensa- en forma conjunta con los designados por este Juzgado”. Sostuvo que “varias irregularidades a las que hizo alusión” el denunciante Armando Loson “pudieron corroborarse”. “También, quien habría sido su autor”, añadió en relación al sargento retirado de la Policía Federal, Jorge Bacigalupo, que quedó comprometido tras un peritaje caligráfico sobre los cuadernos 4, 7 y 8 realizado por la división de Scopometría de la PFA.
Martínez de Giorgi le recordó al TOF 7 que en dos ocasiones se planteó la posibilidad de que la pesquisa a su cargo tramite junto a la causa central de Cuadernos y en ambas situaciones se definió que ello no correspondía porque se investigan objetos diferentes: “Dos veces se sometió a discusión la posibilidad para que ambos expedientes tramiten en forma conjunta, y dos veces fue negada. El fundamento de tales pronunciamientos, radica en que, en ellas, se investigan cuestiones distintas”, resaltó en pos de saldar la discusión mediante la cual el tribunal de juicio del caso Cuadernos pretende anexar la causa sobre las adulteraciones.
El juez, que está a cargo del juzgado federal Nº 8, rememoró que ya el fiscal Carlos Stornelli le había pedido al juez Julián Ercolini (juez de instrucción de la causa central de Cuadernos, que vino a ocupar el rol del difunto Claudio Bonadío) que le solicite la inhibitoria. Martínez de Giorgi destacó que entonces Ercolini rechazó el planteo, que el fiscal apeló y que la cámara porteña ratificó la posición de Ercolini (lo que ocurrió el 13 de febrero pasado). Citó lo que dijo Leopoldo Bruglia en aquella ocasión: “No necesariamente conlleva a imponer un trámite conjunto, resultando inclusive propicio en este caso, que sea un magistrado ajeno a la valoración de esta prueba que se denuncia como irregular, quien lleve a cabo la pesquisa en este sentido”.
A este hecho, sumó que la abogada defensora de Bacigalupo, la doctora Drendak, pidió su recusación, que fue rechazada. “Se sometió esa decisión al conocimiento del Tribunal superior. El Dr. Mariano Llorens, por la Sala I de la Excma. Cámara del Fuero, ratificó la continuidad del suscripto en la dirección del proceso”, explicó. De más está agregar que tanto Bruglia como Llorens, ambos nombrados por Macri, suelen fallar de acuerdo a los intereses del macrismo.
Para dejar en claro que la causa que tiene a su cargo y el caso Cuadernos investigan hechos diferentes, Martínez de Giorgi agregó: “Lo que es materia de evaluación por parte del Tribunal Oral, es su eventual responsabilidad (la de Loson) en los hechos que se le atribuyen. Lo que hace a su culpabilidad o inocencia, y las pruebas que resultan útiles a ese fin, así como el sentido que corresponde atribuirles (se hayan realizado en ese proceso o de forma complementaria), es materia exclusiva de los jueces que intervienen en el trámite de la mencionada causa n° 9608/18. Es decir, su valoración resulta una decisión de los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal Federal n° 7”.
“Por otra parte –agregó el juez de instrucción-, las distintas etapas en las que transitan ambos procesos impiden, por el momento, su tramitación conjunta, a menos que se decidiera retrotraer, de algún modo, aquella causa a una instancia anterior, o en su caso, de lo que pudiera ocurrir en el futuro, con el posible y eventual avance de estas actuaciones a otra etapa”. Y concluyó: “Así, no se observa que la preocupación puesta de manifiesto por sus integrantes, o por la representante del Ministerio Público en ese expediente, pudiera tener asidero. Sin perjuicio de lo cual, se toma nota de sus inquietudes”.
Las llamadas del expolicía
Tras contestarle al TOF 7, Martínez de Giorgi ordenó una serie de medidas en torno a los celulares y computadora secuestrados a Bacigalupo. El magistrado quiere saber con quién habló el sargento retirado de la PFA cuando hizo las adulteraciones.
El magistrado resolvió que:
- Se determinen todas las llamadas entrantes y salientes que surjan desde los tres aparatos celulares secuestrados a Bacigalupo. El análisis se centrará en el período que va del 1 de enero de 2017 al 10 de marzo de este año, cuando le fue allanado su domicilio.
- Se realice un entrecruzamiento de los registros obtenidos de las llamadas entrantes y salientes. En este caso, el entrecruzamiento se centrará entre el 1 de enero de 2017 y el 31 de diciembre de 2018.
- Se establezca “si el contenido de los teléfonos y sus correspondientes llamadas fueron borradas, o si fueron manipulados, ya sea de manera remota o presencial”. De corroborarse una adulteración quiere saber “cuándo fueron manipulados” y qué procedimiento se utilizó para eso.
- Se determine si, “en la totalidad de los dispositivos electrónicos secuestrados, (con inclusión de mensajes SMS, Whatsapp, Telegram, Instagram, correos electrónicos o de cualquier otro medio de comunicación electrónica y/o cualquier tipo archivo y/o registro digital, en cualquiera de sus formas), se hacen mención” a determinadas palabras como “cuadernos”, “Loson”, “Centeno”, “correcciones”, “enmiendas”, “obra pública”, “gas”, “dinero”, “campaña”, “Alem 855” e “ing. Ferreyra”, entre otras.
El magistrado dejó la labor a cargo de del Departamento de Forensia Digital, dependiente de la Dirección General de Inteligencia Criminal e Investigaciones de Gendarmería Nacional.
El expolicía Bacigalupo quedo comprometido en el caso luego de que una pericia caligráfica realizada por la PFA confirmara que él adulteró al menos 2 de los 3 cuadernos analizados en este caso. De acuerdo al estudio de la división de Scopometría “surge la intervención del Sr. Jorge José Bacigalupo en la confección de las leyendas agregadas y enmendadas existentes en (el) cuaderno 7” (etapa 2013) y el cuaderno 4 (período 2008/2009) en lo que hace a los nombres de “Armando”, de “Ing. Ferreyra” y a direcciones como “Alem 855”. Las referencias son a los empresarios Armando Loson y Gerardo Ferreyra, ambos involucrados en el caso Cuadernos. Ferreyra estuvo detenido un año y medio por los hechos que le adjudicaron. Los peritos de Bacigalupo aceptaron la conclusión del estudio.
fuente el destape