Las elecciones municipales se realizaron este domingo en todo Chile con la abstención más alta de la historia, algunas manifestaciones de jóvenes contra la dictadura de 1973-90, la sorprendente aparición en el padrón de cientos de personas fallecidas o desaparecidas en ese período -incluido el ex presidente Salvador Allende- y alrededor de un centenar de detenidos por diversas infracciones.
Poco más de 13,4 millones de ciudadanos estuvieron habilitados para escoger a 345 alcaldes y 2.224 concejales, en comicios considerados históricos por ser la primera vez en que el voto no fue obligatorio.
Esa circunstancia, sumada a que también por primera vez la inscripción en los padrones fue automática y no voluntaria, y combinada con el descontento de muchos ciudadanos por la marcha de los asuntos públicos, determinó la tasa de abstención más alta de la historia electoral chilena.
No obstante, los resultados eran esperados con expectativa pues son considerados claves para perfilar el escenario electoral para las presidenciales de 2013 y las encuestas no lograron dar señales demasiado claras, no sólo por el desinterés ciudadano sino también por la dispersión de la oposición.
Aunque aún no se habían difundido datos oficiales -el Servicio Electoral prometió el primer boletín para las 20.30 (las 21.30 en la Argentina), con datos sobre alrededor de 20 por ciento de las mesas-, la baja concurrencia a las urnas fue un dato evidente durante la jornada.
“Ha habido una menor afluencia de personas a las mesas de votación”, reconoció el director del Servicio Electoral, Juan Ignacio García, una hora antes de que se cerraran los comicios.
La agencia de noticias EFE reportó que, a diferencia de elecciones anteriores, no se registraron aglomeraciones en los centros de votación, ni siquiera en el estadio Nacional, de Santiago, donde se concentra la mayor cantidad de mesas.
Las imágenes de los canales de televisión mostraron en muchos casos a las autoridades de mesa charlando entre ellas, a la espera de que llegaran ciudadanos a votar, en una situación que había sido adelantada por las encuestas, que pronosticaban una abstención cercana a 40 por ciento.
Ante ese panorama, los dirigentes políticos exhortaron a los ciudadanos a que concurrieran a las urnas. “Cuando vota poca gente, la democracia se debilita; si ustedes no votan, otros van a tomar las decisiones por ustedes y eso no es bueno”, afirmó el presidente Sebastián Piñera después de emitir su voto.
La reciente reforma electoral que posibilitó el empadronamiento automático y el voto voluntario no permitió, sin embargo, que pudieran participar de los comicios los chilenos que residen en el exterior, entre ellos la ex presidenta Michelle Bachelet, actual directora ejecutiva de ONU Mujeres.
Esta limitación fue criticada por el antecesor de Bachelet, Ricardo Lagos, quien atribuyó a la derecha la responsabilidad de haberse opuesto sistemáticamente en el parlamento a que puedan votar los chilenos que viven en el extranjero.
“Cómo es posible que después de 20 años no podamos tener una elección como corresponde”, cuestionó Lagos.
El incidente más espectacular de la jornada electoral se registró por la mañana en Providencia, una comuna de Santiago, donde un grupo de manifestantes insultó, escupió y gritó “asesino” al alcalde derechista Cristián Labbe, un ex coronel del Ejército que durante la dictadura de 1973-90 fue agente de la hoy disuelta Dirección de Inteligencia Nacional (Dina) y ministro de Gobierno.
Labbé buscaba ganar su quinto período al frente de esa comuna y competía con la socióloga Josefa Errázuriz, candidata de la oposición unida.
Asimismo, un grupo de jóvenes protagonizó otro incidente frente al estadio Nacional. “Aquí se mató, aquí se torturó”, cantaron ante el acceso al lugar donde miles de personas fueron detenidas y torturadas, y algunas de ellas asesinadas, durante la última dictadura.
Los manifestantes también se arrodillaron en silencio y con las manos detrás de la cabeza, imitando la posición que adoptaban los detenidos en el estadio, y se mantuvieron en esa posición durante una hora, consignó la agencia de noticias DPA.
En cambio, resultó sorprendente que el ex presidente Allende -quien se suicidó durante el golpe militar que lo derrocó, el 11 de septiembre de 1973- y otros 1.300 ciudadanos que murieron o desaparecieron durante la última dictadura aparecieran en los padrones, como denunciaron organizaciones humanitarias y también la senadora Isabel Allende, hija del ex mandatario.
Por otra parte, en todo el país se detuvo a alrededor de un centenar de personas por diversas infracciones electorales, tales como intentar votar en estado de ebriedad, negarse a ser autoridades de mesa, portar armas blancas y fotografiar boletas.