En esa zona, a unos 450 kilómetros al sur de Santiago, el gobierno declaró zona de catástrofe las comunas (municipios) de Florida, Quillón, Ránquil y San Rosendo, después que las llamas dejaron el lunes una persona muerta y arrasaron también un centenar de casas y algunas industrias.
El subsecretario de Agricultura chileno, Álvaro Cruzat, dijo a los periodistas que en esas comunas hay 213 pequeños agricultores afectados, mayormente productores de frutales y de trigo.
La declaración de zona de catástrofe permitirá destinar recursos de forma eficiente y oportuna para acudir en su ayuda, explicó.
En Bío Bío, donde tres incendios comenzaron durante el lunes, el fuego había consumido 23 mil hectáreas, según el informe de la Onemi.
En la Región de Magallanes, el incendio que afecta desde la semana pasada al parque nacional Torres del Paine había alcanzado a esa misma hora las 13.306 hectáreas y era combatido por 841 efectivos de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), el Ejército, Bomberos y brigadas provenientes de Argentina y Uruguay.
En Magallanes, a más de dos mil kilómetros al sur de Santiago, fue declarada zona de catástrofe la provincia de Última Esperanza, donde se sitúa el parque nacional, de 242 mil hectáreas, de las que el gobierno planea reabrir este miércoles al turismo entre 100 mil y 150 mil.
La decisión sobre la reapertura o no del parque será tomada por el ministro de Economía, Pablo Longueira, quien viajó el lunes a la zona con ese propósito.
En la región del Maule, a 300 kilómetros al sur de Santiago, persistían esta madrugada cinco incendios, con 2.820 hectáreas destruidas, precisó al entregar los datos el director de la Onemi, Vicente Núñez.