El objetivo de la iniciativa es recolectar y ordenar todos los datos que hayan surgido de los juicios por delitos de lesa humanidad, los registros periodísticos, informes y estudios.
“La memoria es del pueblo”, solía decir Enrique “Cachito” Fuckman, sobreviviente del centro clandestino que funcionó en la ESMA, militante de los derechos humanos desde la Asociación de ExDetenidos Desaparecidos y el Encuentro memoria, Verdad y Justicia. A 20 años de que el Congreso nacional anulara las leyes de Obediencia debida y Punto final, tras 40 años de democracia ininterrumpida, sus compañeros y compañeras de militancia comenzaron a corporizar esa idea en un archivo: el Archivo Popular de la Memoria.
“Pretendemos que ese archivo se convierta en un hito como la nulidad de las leyes de impunidad”, desea Carlos Lordkianidse, uno de los impulsores de la iniciativa que, junto a otres sobrevivientes de la dictadura cívico, eclesiástica y militar, y familiares de detenides-desaparecides imaginaron y comenzaron a trabajar con el objetivo de “reunir en un solo lugar, una misma base” toda la información vinculada con los crímenes de lesa humanidad cometidos en el país entre principios de 1970 hasta la instauración de la última dictadura y aún persistente etapa democrática. “Vamos a buscar y a juntar toda la información que haya desparramada a lo largo y ancho del país: la que surgió de 20 años de juicios, la que tienen argentinos y argentinas que aún no aportaron testimonios, registros periodísticos, informes, estudios y, a través del sistema de inteligencia artificial, vamos a volcarlo en una plataforma para que esté al alcance de todos”, amplió Lordkipanidse en diálogo con este diario.
La pata tecnológica con la que será construido este Archivo Popular de la Memoria la aporta el observatorio de datos con perspectiva de género DataGénero, cuyas trabajadoras vienen reuniéndose desde hace por lo menos un año con les impulsores de la iniciativa para desarrollar su estructura metodológica. “Apuntamos a armar una base de datos relacional compuesta por diversas bases específicas que puan relacionarse entre sí a través de ciertas llaves”, añadió la especialista en Ciencia de Datos con perspectiva de género Ivana Feldfeber, cofundadora de DataGénero.
Feldfeber vía teleconferencia desde Bariloche, donde vive, y su colega Lena Frattini en persona, participaron de la conferencia en la que les impulsores del Archivo Popular de la Memoria lo presentaron en sociedad en la tarde del martes, desde el Auditorio de la Asociación de Trabajadores del Estado. Además de Lordkipanidse, encabezaron la presentación el sobreviviente Carlos Loza, las familiares de desaparecidos Mónica Dittmar y Mirta Israel, entre otres.
En torno del proyecto se reunieron elles, pero también “jóvenes de nueva generación que están consustanciados con la temática, nietos de desaparecidos, referentes de distintos espacios. Todo aquel que quiera aportar en la tarea puede sumarse”, insistió el “Sueco”.
Por el momento, el proyecto comenzó a crecer con la información que cuenta el Registro único de Víctima del Terrorismo de Estado –RUVTE–. El plan es que la información que vaya siendo recolectada se vuelque en diferentes bases de datos diferenciadas por variables: detenides desaparecides, empresas en las que hubo detenides desaparecides, centros clandestinos de detención, miembros de las fuerzas armadas y de seguridad investigados y condenados, entre otras tantas posibilidades. Y que esas bases, a partir de ciertas fórmulas, puedan vincularse entre sí. “No queremos una enorme base que sea difícil de leer o consultar, apostamos a algo más dinámico”, postuló la experta en datos.
En principio, revisarán y reunirán la información que ya existe, pero que está atomizada y presenta diversos formatos, para incorporarla en un lenguaje y formato común a través del uso de herramientas de inteligencia artificial. “Sabemos que es una tarea desafiante e infinita, pero nos parece bastante urgente que todos los datos que existen hoy y cuya potestad queda en los gobiernos, quede resguardada en la sociedad civil. Es una manera de protegerlos”, advirtió Feldfeber.
En paralelo, el proyecto apunta a recoger información que aún no esté registrada y, también, a forzar la apertura de archivos de la represión –de las fuerzas armadas y la Policía, de la Inteligencia– que históricamente reclamó la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos y les integrantes del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia. “Queremos que este archivo impulse la apertura de los archivos sobre el terrorismo de Estado que aún guarda el Estado y no difunde o construir esa información nosotros mismos, a través de la memoria popular”, concluyó Lordkipanidse.
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