Once son los cortes de ruta que los pueblos indígenas de Jujuy mantienen en gran parte de la provincia contra la reforma constitucional aprobada y jurada el 20 de junio pasado, y en defensa de sus derechos, territorios y recursos naturales. Mientras tanto, en San Salvador de Jujuy, los docentes de primaria continúan en huelga de hambre por aumento de salarios y también en rechazo de la modificación de la Constitución. La Asociación de Educadores Provinciales (Adep), el gremio que agrupa a los maestros, ratificó el paro por tiempo indeterminado.
A casi un mes del conflicto salarial, Adep rechazó la decisión oficial el descuento de días de paro. El sindicato calificó de insuficiente la última propuesta del gobierno de 72 mil pesos de sueldo básico. A la vez, un grupo de docentes se mantiene acampando en una carpa blanca frente al Ministerio de Educación, donde cumplieron el cuarto día de huelga de hambre. Tomaron esa drástica iniciativa porque el ministerio no asistió a la última reunión paritaria. “El viernes (30 de junio) nos dejó plantadas el ministro Carlos Sadir, y nos vuelven a llamar si aparecen los medios, se siguen burlando y nos amenazan con hacernos descuentos. Si seguimos acá es por el apoyo de las familias”, dijo una de las maestra del acampe.
En simultáneo, las comunidades originarias convocadas por el Tercer Malón de la Paz ratificaron la unidad de los pueblos al frente de esta lucha y se manifestaron con ceremonias ancestrales durante el fin de semana, una de ellas en el cruce de la ruta nacional 9 y la ruta nacional 52, en la entrada al pueblo de Purmamarca. “Tenemos que ser constantes, estamos en la lucha para que la provincia se ponga en pie, no podemos detenernos, necesitamos vivir intensamente y ser felices”, expresó el vocero Robinson Suárez desde esa localidad, a 65 kilómetros de San Salvador de Jujuy, donde hace dos semanas se registró una violenta represión policial, con detenidos y heridos.
Suárez invocó a la Pachamama (Madre Tierra) para que les brinde la protección y cuide de sus vidas y no les falte agua, tierras, ni montañas frente a “empresarios que quieren destruir todo eso, si se contamina todo esto no habrá vida para los indígenas ni para los jujeños”. En Purmamarca, el corte es total, con apertura al tránsito cada tres horas. Sobre la ruta nacional 9 también hay piquetes en Tilcara, en el paraje San Roque y en el acceso a la localidad de Iturbe, mientras que en La Quiaca y Abra Pampa la circulación se permitía cada 4 y 5 horas respectivamente.
También se registran cortes totales de la ruta nacional 52, en la localidad de Susques y en el acceso a Cauchari; en la ruta nacional 40, en el acceso a la localidad de Coranzulí, y en la ruta nacional 34 a la altura del puente San Lorenzo en Libertador General San Martín, con habilitaciones al tránsito cada 3 o 6 horas. “Tenemos que ser fuertes y nunca agacharnos ante nadie por más autoridad que tenga, hay que sostener nuestros valores y la dignidad de ser originario y representar a esta pacha que nos sostiene, que nos ha dado la vida y nos mantiene unidos”, expresó otro de comuneros en el corte de Purmamarca. Entre todos los presentes, realizaron un pedido conjunto “a los creadores de la vida para que nuestro pueblo logre voltear esa reforma y volvamos a vivir con respeto, donde las voces de los maestros sean escuchados como al resto de los sectores”.
Con la misma intensidad con que se siguen manifestando las protestas en todo el territorio –con festivales, pronunciamientos de los concejos municipales, crucifixiones al costado de las rutas y toma de escuelas–, la policía avanza en la criminalización de quienes salieron a la calle y a las rutas el 17 y el 20 de junio, para frenar la jura de la reforma constitucional. Página/12 pudo saber que durante las audiencias por la causa abierta contra ellos fue convocado Raúl Domínguez, el joven de 21 años con trastorno del espectro autista, brutalmente golpeado y a cuya casa ingresaron este fin de semana para detener y abrirle una causa a su hermano, Marco Antonio. En ese allanamiento ilegal los uniformados robaron dinero, celulares y dos motos. Aún no devolvieron nada.
Ante un estado de agitación social que no decae, la única respuesta del gobierno de Jujuy es la persecución de los manifestantes, que tuvo su aspecto más grave en la represión, que incluyó disparos de policías al rostro de manifestantes -por lo que sufrieron la pérdida de un ojo Misael Lamas, Jorge Aguirre y Joel Paredes-. La gobernación de Morales también intentó mostrar apoyo a sus iniciativas y, a través de punteros políticos e intendentes, convocó a una “Marcha por la Paz”, pero la participación fue bajísima, muy menor prente a la Marcha de Antorchas que volvió a circular con la consigna “arriba los salarios, abajo la reforma”.
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