Con un ojo puesto en las elecciones, una nutrida platea sindical de todas las tribus llegó a La Plata para escuchar a Axel Kicillof en la apertura de sesiones ordinarias

Los principales dirigentes de la CGT y las dos CTA se acercaron a La Plata. Asistieron a la apertura de sesiones de Axel Kicillof y confirmaron su alineación con el «axelismo» en la discusión electoral que se aproxima. El discurso tuvo permanentes referencias al federalismo y el gobernador aseguró que la provincia no va a claudicar ante «las amenazas y las extorsiones» de Milei.

 

 

Ante una nutrida platea sindical, Axel Kicillof encabezó la Asamblea Legislativa bonaerense. El gobernador logró reunir en La Plata a las principales cabezas de todas las tribus gremiales de la CGT y también a los caciques ceteístas.

Estuvieron, entre otros, Héctor Daer, Andrés Rodríguez, Abel Furlán, Cristian Jerónimo, Héctor Amichetti, Alejandro Salcedo y Agustín Lecchi, representando a gremios enrolados en la CGT, pero también Hugo Godoy, Hugo Yasky, Pablo Maciel y Oscar De Isasi, entre otros dirigentes ceteístas.

El acto fue un contraste de lo que ocurrió hace unas jornadas con el de Javier Milei y los gremialistas aplaudieron especialmente el momento en el que el Gobernador hizo referencia al empleo y al Estado. El mandatario bonaerense prometió que no va a “dejar que el vaciamiento del Estado entre a la provincia” de Buenos Aires.

“Nuestro pueblo nos pide mas estado presente y más derechos. Para eso estamos, para eso nos votaron. Para eso tenemos que trabajar, para más derechos para las y los bonaerenses, para más producción. ¡Gobernar es crear trabajo Milei! ¡Creá un puesto de trabajo que no sea en una criptomoneda!”, exigió Kicillof.

Además volvió a cuestionar la amenaza de intervención a la provincia y planteó que el presidente pretendió “echarlo por las redes sociales”.

Para el mandatario bonaerense, el mensaje publicado por el titular de la Casa Rosada en su cuenta de X reviste una “inédita gravedad institucional” y representa un “hecho sin antecedentes que no debemos pasar por alto”.

«El presidente de la Nación amenazó con intervenir la provincia y pretendió echar al gobernador por las redes sociales», lamentó.

En su discurso de apertura de sesiones ordinarias, Kicillof sostuvo que Milei “está promoviendo una estafa política a la vista de todos porque no hay engaño mas grande que utilizar el poder que otorga el pueblo pueblo para atacar a la democracia”.

Con un ojo puesto en las elecciones, una nutrida platea sindical llegó a La Plata para escuchar a Axel Kicillof en la apertura de sesiones ordinarias

“Así como el presidente no puede avalar una estafa financiera de escala internacional, tampoco puede usar el mandato que le dio la democracia para atentar contra ella. Le quiero recordar al presidente que con la democracia y el federalismo no se juega”, apuntó el gobernador bonaerense.

El gobernador le recordó que en las últimas elecciones fue reelecto “por casi 20 puntos de diferencia respecto al segundo en una elección done la fuerza política del presidente fue derrotada en tres instancias”.

“Aquellas amenazas de Milei que quedaron grabadas como un nuevo capítulo de la infamia no son un ataque personal, no es contra mí, es un ataque contra la provincia de Buenos Aires, contra la democracia, contra esta Legislatura, contra la Constitución y muy especialmente contra el federalismo”, continuó.

A su juicio, “cualquiera puede ser víctima de esas agresiones y de sus erupciones de autoritarismo” a excepción de “los millonarias extranjeros y el presidente de Estados Unidos”, Donald Trump, porque en “la Argentina de Milei los únicos privilegiados son los millonarios y los estafadores”.

“La agresión a la provincia de Buenos Aires forma parte de una estrategia sistemática de ataque al federalismo y a los gobernadores provinciales”, resumió Kicillof.

En este sentido, consideró que “el presidente parece olvidar algo fundamental: él gobierna la Nación pero no las provincias”.

“Los gobernadores no somos empleados del presidente. Representamos a nuestro pueblo y tenemos la obligación de defender sus derechos e intereses”, planteó.

Al respecto, Kicillof aclaró que “la provincia de Buenos Aires no se somete a amenazas ni a extorsiones”.

“No voy a permitir que el destino de los bonaerenses quede librado a la improvisación, la impotencia o el resentimiento que no respeta la democracia”, sumó.

“En este contexto de desintegración que alienta la deserción del Estado nacional y la exaltación del egoísmo, la provincia de Buenos Aires ratifica su compromiso con el federalismo, con la democracia y con la Constitución. Vamos a seguir trabajando con todas las provincias independientemente del signo político de quien gobierne”, prometió.

“Esa es nuestra manera de honrar la solidaridad, la Justicia social y los principios que nos unen como pueblo. Nadie se salva solo”, pregonó.

Para el mandatario provincial, “Argentina está siendo sometida a un experimento de ajuste, crueldad y desintegración regido por valores contrarios a los que inspiran el gobierno” que él conduce.

En otro orden, Kicillof cuestionó las tratativas del Gobierno para contraer nueva deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y aseguró que dicho acuerdo “es una estafa piramidal” en la que “se la llevan unos pocos, dejan un tendal y la deuda la tienen que afrontar el pueblo argentino”.

Con un ojo puesto en las elecciones, una nutrida platea sindical llegó a La Plata para escuchar a Axel Kicillof en la apertura de sesiones ordinarias

“Milei festeja que el FMI va aponer dinero fresco, al igual que festejó el gobierno anterior al nuestro. Pero todos saben que cuanto más presta el FMI, más complicado está el país”, señaló.

“Y una advertencia, habrá que estar muy atentos al destino de esos recursos porque si son para sostener la bicicleta ya sabemos lo que pasó en el 2018 y el 2019 con el préstamo de (Mauricio) Macri y (Luis) Caputo”, dijo.

“No festejen un crédito del fondo para utilizar en el mercado cambiario porque saben dolorosamente bien los argentinos que más deuda externa es menos futuro”, concluyó.

En tanto, Kicillof relativizó la baja de la inflación alcanzada por el Gobierno, y al respecto indicó que jamás se le “ocurriría celebrar un objetivo económico si requiere mayor sufrimiento del pueblo”.

“La economía tiene que estar al servicio del pueblo, no el pueblo al servicio de la economía”, definió el ex ministro de Economía.

 

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