La interventora del SOMU dejó su banca en el Congreso para asumir en Acumar, pero los problemas de Bergman podrían catapultarla a un Ministerio. Mientras tanto negocia su salida del gremio de los marineros, con febrero como deadline.
Mientras la Justicia resuelve cómo será la convocatoria a elecciones en el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), y si se cumplirá con los plazos que establece la ley para el proceso electoral, lo que queda claro es que, a más tardar, en febrero la interventora Gladys Gonzalez dejará su lugar en el gremio.
Con un pie afuera de la entidad sindical y con un futuro electoral que todavía no termina de despegar porque sus mediciones como candidata a Senadora por la Provincia de Buenos Aires no son las mejores, Gonzalez tiene un nuevo objetivo. Desde el PRO la eligieron para manejar una poderosa caja: la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR).
Pero el premio podría ser doble. Es que, según pudo saber InfoGremiales, los problemas que enfrenta por estas horas Sergio Bergman, el Rabino ministro de Medioambiente, podrían catapultar a la blonda dirigente a comandar esa cartera para oxigenar un gabinete en pleno movimiento, que trata de tomar un nuevo impulso tras un año de gestión con déficits importantes.
Para asumir en esos lugares Gonzalez ya dio el puntapié inicial: presentó la renuncia a su banca en la cámara de diputados. Con un escrito dirigido a Emilio Monzó, la ex candidata a intendente de Avellaneda formaliza su salida del Congreso y se abre la puerta a la gestión.
Queda por ver, ahora, que hará con su rol en el gremio. Es que si bien le habían reclamado que deje su banca para asumir como interventora en el SOMU (algo que incluso le trajo problemas judiciales por percibir sueldos desde ambos lugares), todavía no presentó su dimisión y está estirando los plazos para tratar de entregar el bastón de mando a un hombre de Jorge Triaca.
Aunque la Justicia todavía debe resolver cuál es el camino que corresponde seguir, ya que los dirigentes han sido repuestos en sus cargos, la aspiración del PRO es que Gladys derive el poder en otro hombre puesto por el partido, algo que será difícil de sostener desde lo legal. Sin embargo, desde llegada a la Rosada el macrismo dejó en claro que va por todo y que está dispuesto a utilizar todos los artilugios para conseguir sus objetivos.
INFOGREMIALES