Indignación en Chile.
La Defensoría Penal Pública Mapuche denunció a la fuerza de seguridad chilena Carabineros ante la Fiscalía Militar por la represión contra un grupo de niños que se habían acercado hasta un hospital de la ciudad sureña de Collipulli para averiguar sobre la salud de sus familiares que habían sido heridos el lunes en un desalojo. El presidente, Sebastián Piñera, respaldó a los agentes policiales aunque advirtió que no permitirá que ninguno “se salga del marco de la ley”, por lo que ordenó investigar los hechos. La comunidad mapuche es la principal etnia indígena de Chile y desde hace décadas reclama la restitución de sus tierras ancestrales y su autonomía.
“Hay que analizar primero qué es lo que están haciendo los padres con estos niños antes de criticar al gobierno”, señaló sin ruborizarse el titular de la Secretaría Regional Ministerial de la Araucanía, Mauricio Ojeda. “No somos nosotros los que llevamos a los niños a este tipo de situaciones, a exponerlos”, agregó. Sin embargo, las palabras de Ojeda poco tienen que ver con la denuncia presentada ayer por la abogada María del Rosario Salamanca, que se respalda con imágenes de los niños heridos por balines, sus declaraciones y hasta con el testimonio de Horacio Cheuquelaf, facilitador intercultural de la Defensoría Penal Pública Mapuche que presenció los hechos.