La presidenta Cristina Fernández recibió ayer en la Casa Rosada a más de medio centenar de dirigentes de la Confederación General del Trabajo (CGT), ante quienes reiteró su deseo de una central obrera “unida”, en tanto la división del movimiento obrero “sólo le sirve a pequeños círculos” y “no le hace bien al país”, según expresó la mandataria. Además, según anticiparon dirigentes que participaron del encuentro, la presidenta anticipó la futura convocatoria del Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil para el mes próximo.
La Presidenta se reunió con la CGT antimoyanista
“Aspiro a una sola CGT, a que esté unida y por eso quería recibirlos a ustedes, porque sé que están en ese trabajo de querer seguir teniendo ese objetivo”, resaltó Cristina. Más allá de la legalidad con que cuenta el proceso electoral impulsado por el sector opositor, el encuentro con Cristina sirvió para legitimar al arco mayoritario del espacio gremial que rompió con la conducción moyanista.
La jefa de Estado evitó en todo momento confrontar con Moyano. Dijo que no estaba recibiendo a “anti-nada” y que le gustaría que estuvieran todos porque “en estos nueve años de gobierno todos los gremios presentes y los que no están han recibido cosas que eran impensables”. Entre ellas, Cristina citó los “5 millones de puestos de trabajo (creados desde 2003), las paritarias libres entre trabajadores y patrones, y ni qué hablar de los recursos de los trabajadores recuperados que estaban en manos de las AFJP, Aerolíneas y también YPF”.