La presidenta Cristina Fernández de Kirchner encabezó el acto por el Día de la Soberanía Nacional en la ciudad de San Pedro, en conmemoración de la batalla de Vuelta de Obligado de 1845. Allí hizo referencia a los avances en la gestión desde 2003 a la fecha y se refirió de manera particular al paro realizado en el día de hoy.
“En estos 29 años me tocó ver hiperinflaciones, desocupaciones, saqueos, las crisis más terribles. Me tocó ver a dirigentes de nuestro partido pidiendo paz, pan y trabajo. Lo recuerdo y quiero decirles con la mano en el corazón que de aquellos días difíciles, cuando convocaban a movilizaciones o cuando convocaban al derecho de huelga, fue reconocido y respetado por esta argentina que es presidenta pero también es sagrado el derecho a decidir de cada trabajador qué es lo que quiere hacer. Porque además de ser militante mi madre como delegada gremial jamás obligó a nadie a hacer nada. Me gustaría de corazón que todos los dirigentes, estuvieran más preocupados por defender las fuentes de trabajo en un mundo que se derrumba”, afirmó Cristina Fernández respecto del paro del día de hoy.
“Me siento muy feliz pero que salto cualitativo hemos dado. Que de hacer huelgas en que no se movía una mosca. Hoy no fue una huelga ni un paro, ni siquiera un piquete”, insistió.
La jefa de estado también se refirió al ataque que sufrió el Café Tortoni y afirmó que “no es un bar, es un museo de los argentinos y fue atacado porque estaba abierto y sus trabajadores estaban haciendo lo que querian que era trabajar”. En este sentido, señaló que “los que atacaron al Tortoni son los mismos que quemaron las urnas en Catarmarca, son los mismos que le tiraron huevos a esta presidenta”.
Al respecto, reafirmó que “me voy a bancar las que me tenga que bancar sean huevos o lo que venga y mucho menos si son patoteadas o de matones. Esos no son los dirigentes que querían Perón y Eva, ellos querían representantes de los trabajadores”.
En cuanto a los bloqueos sostuvo que fue principalmente en capital porque en el resto del país la gente pudo ir a trabajar “porque la gente quiere eso: laburar”.
Cristina también se refirió la importancia de la soberanía nacional, popular y democrática: “La subordinación cultural, la falta de identidad, que fue utilizada para imponernos la idea de que la soberanía nacional eran solamente los símbolos patrios”. En este sentido, afirmó: “Quiero hacer un homenaje a Cristina Banegas y Dario Grandinetti, que acaban de ganar el premio Emmy” y remarcó que además del talento de estos artistas “está el rol del Estado, porque esta producción es producto de BACUA, estado nacional en la televisión por la inclusión”. Remarcó que “lo hicimos con la inversión de todos los argentinos. Eso también es soberanía nacional, proque es identidad cultural”.
“Una soberanía nacional que durante mucho tiempo quiso ser identificada como una cuestión geográfica, pero los hombres que en este recodo defendieron la soberanía nacional, no lo hacían por un concepto territorial sino de autonomía y poder decidir sobre el comercio y la navegación de sus ríos interiores”, recordó. “Muchas vueltas de obligado hemos tenido desde entonces., Muchas cosas siguen pasando en Argentina y en el mundo, hemos librado batallas muy importantes, con marchas y retrocesos, con democracia”. “No puede haber soberanía nacional si no hay soberanía popular y democrática”, afirmó Cristina.
Al respecto, indicó que “es necesario que para que un pueblo, Nación, pueda librar batallas en las que ganar por su autonomía y libertad, deben ser hechas junto al pueblo y por el pueblo”.
“Parece que hubiera un mojón por cada siglo. En este siglo XXI hay formas más sutiles de dominación pero no menos sutiles. Recuerdo cuando mi compañero asumió como presidente, había otro tipo de cadenas invisibles. Eran las cadenas del endeudamiento, que sometían a la Argentina desde los años 60, aunque datan de mucho más atrás, datan de Rivadavia, en 1824, que recién se terminó de pagar en 1905 si mal no recuerdo.
“A partir del 24 de marzo de 1976, una deuda que no paró de crecer, quedejó fuera de ilusiones, esperanza y la vida a millones de argentinos, que habían perdido el trabajo, las ilusiones.
“Muchos se fueron del país.
“Hubo argentinos que estaban del lado del enemigo. En esos buques ingleses y franceses venían argentinos a bordo. Algunos tienen el inmerecido honor de que su nombre esté en calles y plazas de nuestra república”, señaló.
“Sería bueno que los historiadores y pueblos hicieran un esfuerzo para conocer esas verdades. Es injusto para aquellos que dieron su vida por los argentinos, que siguen anónimos. No se puede seguir premiando lo que está mal. Hay que premiar lo que está bien.
“Seguimos dando luchas como las vueltas de Obligado, en esta Argentina que hoy, que venimos pagando religiosamente, desarrollando un mercado interno en un mundo que se derrumba. Hagan memoria sobre todas las cosas que se dijeron sobre ese hombre que presidió los destinos de la república”.
Además, destacó el plan conectar igualdad, la asignación por hijo, el PBI destinado a educación, el plan PROCEAR de acceso a la vivienda. “No da orgullo que a otros les vaya mal”, sostuvo.