De Vido dijo que el presidente de Shell “siempre mostró desprecio por el país”

“Aranguren siempre piensa en el mercado global y en la rentabilidad, nunca en el mercado interno ni en los consumidores argentinos a quienes no le importó desabastecer” por lo que “muchas veces me pregunto si esto realmente es una orden de la empresa o una iniciativa de él”, afirmó el ministro de Planificación Federal De Vido como respuesta al titular de Shell.


Mediante un comunicado, De Vido señaló que el presidente de la filial local de la petrolera holandesa “habla y es entrevistado como si fuera un empresario, es decir un par del resto de los empresarios argentinos, cuando tal cual él mismo explicita es empleado jerárquico desde hace 34 años, en los que fue protagonista de las etapas de destrucción del sistema energético argentino”.

“Lo que verdaderamente le molesta -continuó- es que los argentinos puedan masivamente acceder a combustibles con precios razonables, porque lo que él promueve es que sea un producto caro y para pocos, como en el modelo que impuso la última dictadura o en el neoliberalismo en los ´90”, por lo que se preguntó: “¿Cuál de los dos épocas añora Aranguren? Porque en las dos tuvo una activa participación desde la empresa Shell”.

“Siempre ha demostrado un profundo desprecio por los intereses de su propio país”, remarcó.
El funcionario destacó que “tenemos trato habitual y frecuente con todos los ejecutivos de las empresas petroleras extranjeras, como se evidencia con los acuerdos que hemos firmado con PAE, TOTAL o Wintershall, a excepción de Shell, en la que Aranguren parece más preocupado por mostrarse en los medios como empresario que en llevar adelante las gestiones con los funcionarios que la compañía en la que trabaja requiere”.

También indicó que hace varios años que no habla con Aranguren “no porque no tenga nada que hablar con Shell, ya que si tuviera oportunidad le contaría a sus superiores todo lo que perdió la compañía debido a sus errores, sino porque no es un interlocutor válido, dado que se comporta más como un político opositor que como ejecutivo de una empresa extranjera radicada en la Argentina”.

No obstante, reconoció haber “recibido y respondido una carta suya”. “Ya que que la mencionó, la voy a hacer pública a través de la página web del ministerio”, anticipó.

“El pueblo argentino plebiscitó este modelo en 2011 con un contundente 54 por ciento y no va a cambiar para volver al esquema que propone Aranguren, cuando teníamos los combustibles más caros de la región y el mercado interno subsidiaba las exportaciones”, señaló De Vido y destacó que “nuestro modelo va seguir por muchos años más, inclusive que los que pueda continuar Aranguren siendo empleado de Shell”.

En tal sentido, el ministro explicó que “no creo que los argentinos quieran abandonar este modelo inclusivo, donde la energía está al servicio de la economía y ésta al servicio de la gente y del empleo, con precios relativos que son los más bajos de la región y una planificación del Estado que ha permitido llevar adelante inversiones por 70 mil millones de pesos desde 2003, con los que se incorporaron 8.700 megavatios, incluyendo la terminación de Atucha II y Yacyretá, que interconectó el país con más de 4000 kilómetros de líneas de alta tensión o que recuperó el 51 por ciento de las acciones de YPF para ponerla al servicio del desarrollo nacional”.

A continuación, el ministro recordó que “por más que la Justicia no lo haya condenado, el desabastecimiento existió y él fue su principal impulsor, como en su momento denunció el expresidente Néstor Kirchner” por lo que “el verdadero boicot fue el que sufrieron los argentinos cuando él, al frente de Shell desabasteció los combustibles para presionar una suba de precios”.

Ante el comentario de que no se hicieron inversiones por falta de condiciones, De Vido enfatizó que “el Gobieno impulsó el plan energético más importante de los últimos 50 años con inversiones superior a los 70 mil millones de pesos e implementó programas como Refino Plus que brindaban amplios beneficios para ampliar la producción y fueron aprovechados por otras compañías” por lo que “es evidente que al ejecutivo de Shell no le interesó producir más y ahora busca excusas para justificar su propio fracaso”.