El Ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, Julio De Vido, afirmó este jueves que “en la cuenta de Néstor y Cristina está el haber recuperado empresas estratégicas; mientras que en la del monopolio Clarín está el haber consentido su entrega”.
El funcionario nacional formuló estas declaraciones en respuesta a la columna de opinión de Ricardo Kirschbaum, publicada en la edición de Clarín titulada “Chevron, ¿en la cuenta de De Vido?”, en el que una vez más el diario del Magnetto tino cuestiona infundadamente la política energética nacional.
“En la cuenta del Gobierno Nacional hay que cargar la recuperación del empleo, la dignidad y la esperanza, por haber recuperado lo que ahora es de todos los argentinos, como YPF, Aerolíneas Argentinas, AySA, el Correo, que habían sido entregadas con la complacencia de los medios monopólicos que siempre defienden intereses corporativos y eso les molesta”, señalò De Vido.
Asimismo, el ministro afirmó que al Grupo Clarín le molesta que se trabaje “para defender los intereses de todos los argentinos y no de una corporación”.
“Hace dos días sobreactuaron un nacionalismo que nunca se les había conocido para cuestionar el acuerdo con Chevron y cómo rápidamente quedó expuesta la operación; ahora quieren inventar divisiones que no existen” y recalcó: “el Gobierno son todos los funcionarios incluido Miguel Galuccio, que es un gran presidente de YPF”, para luego enfatizar: “acá la política la formula la Presidenta de la Nación, tal como lo hizo para recuperar YPF, Aerolíneas y como antes lo había hecho el ex Presidente Kirchner con el Correo, AySA, Atucha y Yacyretá”.
En línea con ello, De Vido agregó que “hoy Argentina tiene para mostrar números concretos: salarios, jubilaciones, poder adquisitivo, crecimiento económico acumulado, consumo de energía per cápita, tarifas y precios de la energía ampliamente más competitivos de toda la región y en el caso del consumo de energía residencial per cápita, tarifas y precios de la energía solo son levemente superados por muy pocos países en el mundo. Estos números son irrefutables y son exactamente lo contrario a lo que ocurrió en la Argentina durante el modelo energético liberal que defiende el grupo monopólico”.