Declaró el jefe montonero obligado por represores a retirar U$S 1 millón

Mientras su esposa y sus dos hijas pequeñas permanecían cautivas del Grupo de Tareas de la ESMA, el dirigente montonero Pablo González Langarica debió viajar a Europa con integrantes de la patota de la Armada, para entregarles dinero que la organización había resguardado en un banco suizo. Fue forzado, además, a dar una conferencia de prensa falsa anunciando una ruptura de Montoneros como parte de las condiciones que le había impuesto el entonces jefe de Inteligencia Jorge “Tigre” Acosta para recuperar su libertad y la de su familia.

Langarica, conocido como “Toño”, relató estos eventos ayer ante el Tribunal Oral Federal 5 en el juicio que se lleva adelante por la megacausa ESMA y en el que también declararon su hija Mónica y su esposa Delia. Con extremo detalle, el testigo narró su secuestro, cautiverio y las torturas que sufrió, así como las tareas que fue obligado a realizar.