Por primera vez, el testimonio de un sobreviviente del Plan Cóndor avala la teoría de que el resultado del partido en el que Argentina terminó goleando por 6-0 a Perú en el Mundial de Fútbol de 1978 fue un acuerdo entre las cúpulas militares de ambos países para mejorar la imagen de la dictadura, cuestionada por sucesivas violaciones a los Derechos Humanos.
El ex senador Genaro Ledesma Izquieta declaró ante el juez federal Norberto Oyarbide que los 13 ciudadanos peruanos deportados ese año de forma ilegal por la dictadura de ese país tenían por destino ser desaparecidos en uno de los vuelos de la muerte. Su derrotero ilegal en el país, sumado a la presión internacional, habrían motivado un acuerdo para su expulsión de la Argentina, que tuvo como moneda de cambio el resultado de ese encuentro.
La declaración de Ledesma Izquieta se conoció luego de que Oyarbide acreditara que el secuestro y posterior traslado al Regimiento de Montaña Nº 20 de Jujuy de los ciudadanos peruanos, entre los que se encontraban dirigentes de izquierda, militares opositores al régimen y un periodista, fue parte del entramado del Plan Cóndor. Hasta el momento, Perú no había sido considerado como uno de los países cuyas dictaduras colaboraban para el exterminio de opositores políticos. En el dictamen firmado el 1 de febrero donde pide la captura internacional y la extradición de Francisco Morales Bermúdez, ex presidente de facto de Perú, el magistrado enmarcó este operativo como un delito de lesa humanidad y convocó a indagatoria a Jorge Rafael Videla y a su ministro del Interior, Albano Harguindeguy, para el próximo 22 y 23 de febrero.