Una escucha telefónica pedida por la Justicia de Santa Fe sobre el teléfono de Juan Chulich, detectó la contratación de sicarios para prender fuego el gremio y acabar con la vida de Sergio Aladio, opositor a los Moyano a nivel nacional. «Nosotros somos los que prendimos fuego al sindicato de Aladio. ¿Ahora vos querés que lo caguemos a tiros? Tenés que bajar la moneda amigo«.
En escuchas telefónica legales, la Justicia de Santa Fe logró captar conversaciones por teléfono celular de Juan Mateo Chulich, hombre fuerte de Moyano en la pelea por el control sindical de Santa Fe, con presos de la cárcel de Piñero «de donde se desprende -según consta en la investigación- que Chulich habría contratado gente para atentar contra la vida del secretario general del Sindicato, Sergio Aladio».
De la transcripción de la escucha telefónica se desprende, sin agregar un solo adjetivo, la gravedad de los hechos, registrado por la Fiscalía Regional 3 de Venado Tuerto:
-Hola
-Hola, ¿Juan?
-Sí, quién habla.
-Cuchá, tu número me lo pasó el Seba Camaño.
-Sí, quién, ¿Quién habla?
-Cuchame. Nosotros somos los que prendimos fuego al sindicato de Aladio. ¿Ahora vos querés que lo caguemos a tiros? Tenés que bajar la moneda amigo, bajá la moneda y lo cagamos a tiros al toque… como la vez pasada, vos sabés que bajás la moneda y lo hacemos al toque.
-Pero…
-Después hablá… Nos comunicamos bien, bajá la moneda y le hacemos lo que vos quieras, como siempre.
-Listo, listo.
La disidencia entre Aladio y el clan Moyano no es nueva y lleva varios capítulos. El moyanismo, con Chulich como emblema se ha propuesto no perder la caja que representa el control de la Federación de Camioneros provincial.
Vale recordar que hoy en Santa Fe Sergio Aladio conduce el Sindicato de Camioneros y los Moyano armaron una estructura paralela. De hecho, Aladio los acusa de utilizar maniobras fraudulentas con OCA, a través de falsificaciones, para tratar de quedarse con el control una parte de los afiliados. La Justicia comprobó ya que las firmas de esas cartas documentos eran falsas. Poco después le prendieron fuego la sede del sindicato.
Los fiscales que intervienen en el caso, del Ministerio de la Acusación de Rosario, ordenaron escuchas en varios celulares, entre ellos en el de Juan Mateo Chulich, quien venía siendo investigado ya a raíz de denuncias de extorsión a los afiliados para obligarlos a que abandonen a Aladio y se sumen al sindicato moyanista.
La cuestión es gravísima, más si se tiene en cuenta que en el Sindicato de la Provincia de Santa Fe se atentó contra la vida de un ex secretario general, Abel Beroiz, quien fuera asesinado por encargo y sus autores tanto materiales como ideológicos se encuentran hoy condenados.
Por otra parte, el miércoles pasado se realizó una audiencia en donde finalmente, Aladio y el sindicato al que representa, se sumaron como querellantes en la causa.
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