Los docentes abrirán su discusión. Los bancarios, en alerta, lanzan un ultimátum por un acuerdo corto. Los choferes esperan la resolución de una puja por los subsidios. Y los trabajadores de televisión ya amenazan con volver a los paros tras la conciliación. Las 4 negociaciones marcarán un primer patrón para 2023.
Un universo sindical sigue atento el desarrollo de las discusiones salariales de esta semana. Es que lo que se resuelva en ellas no sólo marcará el camino salarial para cientos de miles de trabajadores, sino que dará una señal del rumbo paritario para buena parte de los empleados registrados.
En ese marco los docentes abrirán el jueves la Paritaria Nacional Docente. Negociación que marca un piso de recomposición de ingresos para todas las jurisdicciones del país.
Ctera, el gremio mayoritario, afirmó que planteará «aumento de salario que supere la inflación, con revisión permanente», la «modificación del Impuesto a las Ganancias» y «continuar con la elaboración del Convenio Colectivo del sector docente».
Se espera que el Gobierno proponga el camino de la recomposición salarial semestral en sintonía con la inflación prevista por el proyecto de Presupuesto. Algo más del 30% para el primer semestre o el 60% para todo el año con instancias de revisión.
El mismo día tendrán reunión salarial los bancarios que comanda Sergio Palazzo. Allí el clima viene picado. Tras dos encuentros frustrados la Bancaria se declaró en Estado de Alerta nacional y ya fogonea un conflicto en caso de que no haya resolución.
El gremio pide un acuerdo corto por arriba de la inflación y que las entidades aporten a soportar la carga impositiva de Ganancias a los empleados: «Debe ser parte de una solución el tema del Impuesto a las Ganancias, mientras se discuten los proyectos presentados sobre la modificación a la ley».
«El peso tributario de este impuesto no puede recaer solo sobre las y los trabajadores, los bancos no pueden mirar para otro lado, también deben hacerse cargo», aseveró la bancaria.
El mismo jueves los trabajadores de Televisión agremiados en el Satsaid volverán a las protestas. Harán manifestaciones en la puerta de las empresas para acompañar el reclamo paritario de sus representantes que ya lleva varias semanas sin definirse.
Los conducidos por Horacio Arreceygor insisten en un aumento del 24%, más la compensación neta del articulo 215 para el periodo enero- marzo de 2023.
Por último y a la espera de una disputa que no les pertenece pero que los empuja al conflicto colectivo, están los choferes. De hecho la Unión Tranviaria Automotor (UTA) tenía todo encaminado para convertirse en el primer gran gremio en abrochar sus paritarias 2023 y hasta podía hacerlo dentro de los parámetros general que promocionaba el Ministro de Economía, Sergio Massa, para esta ronda de negociaciones.
Según adelantó InfoGremiales, Roberto Fernández tenía acordado un incremento de haberes del 31% por el primer semestre del año, en tramos acumulativos compuesto por subas del 10% desde enero, del 10% desde marzo y del 7% restante en mayo.
Sin embargo, la situación se empantanó. El problema fue la diferencia que todavía persiste entre las empresas de transporte urbano de Buenos Aires y el Gobierno respecto de los subsidios.
Los dueños de los colectivos piden un ajuste en los subsidios mensuales que reciben. El Gobierno les ofrece un adicional mensual de $ 5.000 millones durante el primer semestre pero las cámaras dicen que necesitan una recomposición de $ 27.000 millones. La brecha es muy amplia, unos $ 22.000 millones.
La batalla de los subsidios empuja a la UTA al conflicto. Por el momento Fernández sigue atento la situación a la espera de una resolución. Sin embargo, si las charlas no se encaminan empujarán al gremio a tomar medidas de fuerza en el futuro cercano.
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