El Gobierno no llevó a sus principales referentes a la Conferencia de la UIA pero vuelve a la carga con otro tramo de la reforma laboral incluida en el decreto que dejaría sin tocar a los sindicatos. Banco de horas, bonos de comida, gimnasio, cobro de salarios en cualquier entidad no bancaria, juntas de peritos médicos para cuestionar enfermedades inculpables y mucho más.
La Unión Industrial Argentina (UIA) se quejó de que el Gobierno vació la Conferencia porque no estuvieron presentes el Presidente de la Nación ni el Ministro de Economía. Sin embargo, las terceras líneas llevaron una ofrenda importante. El titular del área de Producción, Juan Pazo, anunció que se enviará un proyecto de ley para inversiones y empleo que, en el capítulo laboral, retoma parte de los puntos que habían sido contenidos en el decreto 70/23, que fue frenado en la Justicia.
De acuerdo con lo anticipado por Pazo en el capítulo laboral que se elevará al Parlamento se incluye «la parte más importante», que involucra «todo lo que estaba en el DNU 70 que se judicializó, excepto las cuestiones sindicales».
Entre los cambios que se buscan sancionar se incluye el sistema de banco de horas, que en caso de enfermedades inculpables se pueda convocar una junta de peritos y que las prestaciones no remunerativas incluyan bonos de comidas, celular, Internet, gimnasios y pago del transporte.
El proyecto también permitirá la posibilidad de efectuar cambios en las condiciones esenciales de trabajo y su homologación, así como también el cobro del sueldo en cualquier entidad bancaria, institución de ahorro o plataforma, la incorporación de sumas abonadas por el empleador en concepto de contribuciones y la opción de que las vacaciones se puedan tomar en cualquier momento del año.
Entre otros puntos relevantes, Pazo destacó la deducción de las indemnizaciones percibidas en caso de reintegro del personal y una modernización de la ley de trabajo agrario.
En el capítulo laboral habrá además un régimen de incentivo de empleo para el sector privado con una rebaja de contribuciones y aportes patronales sobre el empleo incremental, que se va a calcular sobre la base de los últimos doce meses con una reducción del 100% de las cargas y de las contribuciones en el año siguiente para las micropymes, del 75% para las pymes, del 50% para las medianas y del 25% para las grandes.
Pazo subrayó que «la idea es que esto también tenga un régimen, excepto la parte laboral, de dos años para fomentar la inversión, el recupero de la actividad y formalizar la economía. Vamos a receptar algo que hablamos con los miembros de la UIA, que es que este régimen de reducción de aportes sea con un cupón fiscal que se pueda descontar de impuestos nacionales».
En otro tramo, el secretario valoró el «diálogo constante» con el sector y afirmó que «uno de los grandes problemas para el sector industrial en los últimos años fue la falta de planificación».
Además, Pazo resaltó el «desafío es promover una economía de libre mercado, competitiva e integrada al mundo» y aseguró que «existen ejemplos virtuosos de economías que tuvieron un proceso de apertura económica».
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