El Gobierno de Javier Milei reanudará en 2025 su ofensiva legislativa con iniciativas clave como la eliminación de las PASO y la privatización de Aerolíneas Argentinas, dos proyectos que no lograron avanzar en el año anterior. Aunque la discusión del Presupuesto 2025 quedó fuera del temario del Congreso, estas medidas siguen siendo prioritarias para el oficialismo, que busca respaldo político en un contexto de tensiones crecientes con la oposición y aliados legislativos.
La eliminación de las elecciones primarias, que cuenta con apoyo parcial del PRO, se plantea como una “suspensión” para este año en lugar de una eliminación definitiva. Esta propuesta ha generado debate no solo a nivel nacional, sino también en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde el PRO adelantó las elecciones locales para julio y pidió suspender las PASO porteñas. Sin embargo, el consenso necesario para avanzar en Diputados aún está lejos de concretarse, y el Gobierno espera que una eventual convocatoria a sesiones extraordinarias en febrero destrabe la situación.
Otro proyecto emblemático del oficialismo es la privatización de Aerolíneas Argentinas. Aunque el texto ya obtuvo dictamen en Diputados, los votos necesarios para aprobarlo en el recinto siguen siendo insuficientes. Este tema, que enfrenta una fuerte resistencia de sectores opositores y sindicatos, promete convertirse en uno de los principales focos de disputa en la agenda legislativa del nuevo año.
En paralelo, otras iniciativas, como el proyecto de Ficha Limpia, permanecen en suspenso. A pesar de ser una promesa de campaña de Milei, la propuesta para impedir candidaturas de personas con condenas sigue sin avanzar debido a la falta de apoyo dentro del propio oficialismo. También están pendientes proyectos como la baja en la edad de imputabilidad, la ley de reiterancia y la Ley Antimafias, que necesitan acuerdos en ambas cámaras para convertirse en ley.
El paquete legislativo del Gobierno incluye además propuestas que han generado polémica, como la regulación del juego online y la prevención de la ludopatía, aprobada en Diputados pero que Milei ya prometió vetar si llega a sancionarse. A esto se suma la llamada Ley Hojarasca, que busca derogar normas obsoletas, y la reforma de los fueros parlamentarios, anunciada tras el escándalo del senador Edgardo Kueider. Con un Congreso dividido y múltiples frentes abiertos, el oficialismo enfrenta un año clave para concretar sus proyectos en medio de tensiones políticas y resistencias internas.
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