“La seguridad es relativa”, afirmó el papa Francisco y minimizó así la paranoia que se generó en Río de Janeiro en torno al inmenso operativo desplegado en la ciudad para su protección, que ayer casi entra en crisis.
De esa manera se refirió a la situación que vivió cuando una multitud se abalanzó sobre el automóvil que lo trasladó desde el aeropuerto por el centro de la ciudad, cuando los conductores equivocaron el recorrido, y que generó corridas y desesperación de los custodios.
En una entrevista con Crónica, Francisco dijo que solicitó a los organizadores un móvil sencillo para su traslado en Río con “un techito de plástico transparente para la lluvia”, y sostuvo que no puede “cambiar” su estilo a su edad, a pesar de la nueva responsabilidad que asumió al frente de la institución más poderosa del mundo: “Un hombre a los 76 años no cambia”.
“La seguridad es relativa”
En la charla con la periodista Alicia Barrios, que además es su amiga personal, el sumo pontífice se mostró particularmente interesado en saber cómo se llama el nieto de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Por último, le dijo a la periodista que no tiene problemas de salud: “Me hago cuatro chequeos permanentes, quedate tranquila”.