En abril de este año, el economista Miguel Ángel Broda destacaba la baja del riesgo país pero auguraba que “no va a haber mucho más”. No obstante, este indicador bajó de los 620 puntos básicos desde esa fecha a los 573 puntos del último viernes, con la salvedad de que el lunes anterior había caído a los 555 puntos. Esta última cifra es la menor de todo el segundo mandato presidencial de Cristina Fernández, ya que hay que retroceder a mayo de 2011 para encontrar valores similares.
Según consignó Tiempo Argentino, para el ex director del Banco Central de la República Argentina, Arnaldo Bocco, este fenómeno se debió a que “hay muchas expectativas de reversión y recuperación de la economía. Los inversores saben que no hay ningún proceso de crisis que pueda aumentar el riesgo de problemas en la transición democrática a 2016”.
Ricardo Delgado, asesor del candidato presidencial Sergio Massa, consideró que las expectativas están puestas en el cambio de gobierno. “Es un dato objetivo que responde a la perspectiva de una modificación en el rumbo de las políticas económicas”, observó. Sin embargo, el economista ratificó que existe una lógica económica detrás de este deseo de invertir: “El país está barato”, indicó.
En el mismo sentido, Federico Tomasevich, presidente de Puente, explicó que “se está llegando a un cambio en la administración política nacional y se espera que haya transformaciones positivas. Se cree que ya sea el oficialismo o la oposición quien gane, va a haber un acuerdo con los holdouts. Otro hecho que es positivo es que la Argentina ha demostrado que puede emitir deuda en moneda extranjera y propia, por lo que en el corto plazo, hasta ese arreglo, va a tener financiamiento.”
La expectativa de una resolución favorable del conflicto está presente en los tenedores de títulos en default, dado que su precio llegó a U$S 1,54 por cada dólar original.
El riesgo país mostró una abrupta tendencia decreciente desde enero de 2014, momento en el cual llegó a 1085 puntos básicos. Contra lo que los propios fondos buitre esperaban, la aplicación del fallo del juez Thomas Griesa, que implicó a mediados del año pasado un bloqueo de los pagos a los acreedores del canje, no logró revertir la tendencia. Luego de oscilaciones, a partir de septiembre continuó reduciéndose, hasta llegar a valores previos al inicio de la política de administración cambiaria iniciada en octubre 2011, y si se obvia el riesgo país de principios de ese año, es preciso remontarse a 2008 para obtener resultados similares.
Delgado especificó cuáles son los cambios que espera el sistema financiero de cara a 2016. “Es crucial el acuerdo con los holdouts y acatar el fallo del juez Thomas Griesa. Con la excepción de este pequeño grupo, la Argentina ha mostrado voluntad de pago con todos. También, desde la perspectiva de un inversor externo y traer dólares, no son buenas las restricciones a la remisión de utilidades, el cepo es un problema”, anunció el economista de Sergio Massa.
Bocco, en cambio, se manifestó en desacuerdo al respecto. “En realidad, los bonistas están cobrando y los títulos cotizan sobre la par. La decisión de la Argentina de atender sus compromisos de deuda va a permitir que muchos inversores confíen y renueven unos 2000 o 3000 millones cuando venza el Boden 2015 en octubre”, sostuvo. Por otro lado, Bocco criticó a quienes piden un arreglo apresurado con los buitres, y declaró que “la Argentina no puede ni debe pagarle a los buitres. No creo que el próximo gobierno llegue con los pantalones bajos. Hay que esperar a que los fondos se bajen del caballo.”
Tomasevich consideró poco posible, por su parte, que Griesa pueda complicar a los bonistas impidiendo emitir bonos en dólares a la Argentina. “El Bonar 2024, que es el que está bajo la lupa, es emitido y pagado en el país bajo ley local. Lo único que podría hacer el juez, pero es improbable, es impedir que bancos estadounidenses acrediten el pago a inversores estadounidenses, y eso puede ser un problema”.
Según Bocco, “cuando uno habla con inversores, están más preocupados por Brasil”. En efecto, mientras que en febrero de 2014 la Argentina tenía un riesgo país de casi 4 veces el del país vecino, esta relación se redujo a tan sólo 2 en la actualidad.
Importaciones y deuda, las prioridades del BCRA
Alejandro Vanoli rechazó que el tipo de cambio esté retrasado.
El presidente del Banco Central (BCRA), Alejandro Vanoli, aseguró ayer que “la prioridad que hemos dado al Banco Central es afrontar el pago de las importaciones necesarias para la economía, hemos aumentado mucho la disposición de divisas para todos los sectores, y por supuesto todos los pagos de deuda”.
En relación a las regulaciones a la compra de divisas para atesoramiento, Vanoli aseguró, en declaraciones a radio Cooperativa, que “nosotros trabajamos para que, sin eliminar las regulaciones existentes, la gente progresivamente se vaya planteando otras alternativas. El camino pasa no por discutir el dólar ahorro sino porque la gente sienta que hay alternativas rentables”.
Por otro lado, el titular del BCRA indicó que “rechazamos un salto del tipo de cambio ya que no hay un atraso. En enero de 2014 hubo una devaluación y no mejoró la competitividad, aumentó la inflación, cayeron los salarios y la economía. Hacer una devaluación para mejorar la competitividad no arregla nada”.