La gestión fue iniciada por el Intendente Breitenstein en el año 2010.
Vista lateral del Teatro desde calle Alsina
Lunes 27 de junio de 2011 – La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner rubricó un Decreto por medio del cual declara Patrimonio Nacional a distintos teatros de la argentina, entre ellos al Municipal de Bahía Blanca.
La decisión se comunicó mediante el decreto 837/2011, a través del cual se invitó a los propietarios de los bienes declarados “a suscribir los acuerdos patrió
ticos con la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos para la adecuada conservación de dichos edificios de valor patrimonial”.
Junto con el Teatro Municipal de Bahía Blanca, se declararon patrimonio nacional los teatros Gran Rex, Opera Liceo San Martín y Maipo, en Buenos Aires, además de El Círculo, de Rosario y el Teatro Independencia de Mendoza.
Gestión oficial
Para concretar la declaratoria, el Intendente Breitenstein envió en el año 2010 una solicitud formal al presidente de la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos, Arq. Juan Martín Repetto.
En la misma destaca que “el Teatro Municipal fue construido en terrenos ubicados entre las calles Alsina, Dorrego, Portugal y Zeballlos que integraban la popular quinta Erize, cuyos lotes, teniendo conocimiento de la idea de construcción de un teatro municipal, el Sr. Erize puso en venta hacia fines de la intendencia de Jorge Moore. En febrero de 1911, durante la gestión del Dr. Valentín Vergara, se aprobó la construcción. Los planos fueron encargados a los arquitectos Jacques Dunant y Gastón Mallet, quienes los entregaron el 3 de mayo de 1911”.
“La inauguración del Teatro Municipal se celebró el 9 de agosto de 1913, siendo considerado el acontecimiento de mayor importancia cultural y social que se había dado hasta entonces”.
Breitenstein argumentó que “el edificio del coliseo presenta un destacado emplazamiento en la ciudad, ubicado como remate de la Avenida Alem, una de las principales arterias de Bahía Blanca, da fondo a una perspectiva que culmina en su elegante fachada. Este sitio ha sido utilizado desde su inauguración como escenario público para diversos actos aprovechándose no sólo su interior sino su especial conformación urbana”.
Breitenstein argumentó que “el edificio del coliseo presenta un destacado emplazamiento en la ciudad, ubicado como remate de la Avenida Alem, una de las principales arterias de Bahía Blanca, da fondo a una perspectiva que culmina en su elegante fachada. Este sitio ha sido utilizado desde su inauguración como escenario público para diversos actos aprovechándose no sólo su interior sino su especial conformación urbana”.
En el final de la solicitud, el Intendente sostuvo que “siendo este Teatro una expresión de la cultura local y un edificio que se distingue por su valor arquitectónico, urbanístico y social consideramos necesario arbitrar todos los medios posibles para su conservación y protección”.