El estudio de alcoholemia que se le realizó a la sangre de Antonio Córdoba, el maquinista de 28 años que conducía el tren que ayer impactó contra las vallas de contención en la estación Once, dio negativo.
Ayer, el secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi, afirmó que Córdoba había tomado el mando del coche en la estación Castelar “descansado” y señaló que el trabajador ferroviario “tiene una foja de servicios buenísima”.
Sin embargo, en las últimas horas, Roque Cirigliano, directivo de la empresa TBA, deslizó la probabilidad de que el choque hubiera sido producto por “un error humano”.
En tanto, según informaron los médicos que atienden al maquinista en la clínica Fitz Roy, informaron que se encuentra fuera de peligro, aunque permanece internado en la unidad de terapia intensiva..
Sin embargo, los médicos se negaron a establecer si Marcos Antonio Córdoba estaba en condiciones de declarar ante la Justicia, al advertir que “hay secreto de sumario”.
En tanto, Rubén Sobrero, delegado gremial de la línea Sarmiento, también se refirió a la evolución médica del maquinista, tras señalar que mantuvo contactos con sus familiares. “Está terapia intensiva, está fuera de riesgo, muy golpeado porque sufrió el impacto”, precisó.
El dirigente gremial sostuvo que “queríamos hablar con él para sacar conclusiones, pero primero está su salud”. Sobrero destacó que Córdoba es “muy buen compañero” y descartó, en principio, la posibilidad de que estuviera distraído para poder evitar el accidente que provocó al menos 50 muertos y 703 heridos.