Emoción, ovaciones y humor en la jura de los ministros del Gabinete

Por:
Info News

Un aplauso para el equipo de la presidenta”, pidió una voz anónima desde el fondo del subsuelo de la Casa Rosada, convertido por decisión de Cristina en el Museo del Bicentenario.

La respuesta, una ovación acompañada de aplausos, fue el prólogo de la jura del Gabinete, un acto en el que abundó la emoción –hubo lágrimas y abrazos que se prolongaban más de lo habitual– por el recuerdo de Néstor Kirchner. Los nuevos ministros, o aquellos que fueron ratificados en su cargo, tuvieron el mejor testeo de reconocimiento colectivo. Cuando el escribano general de la presidencia, Natalio Etchegaray, los fue mencionando de a uno, la multitud que llenaba el inmenso salón de techo vidriado envió su mensaje: los más aplaudidos fueron Julio De Vido (Planificación) y Alicia Kirchner (Desarrollo Social), quien modificó su juramento –Dios, la Patria y los Santos Evangelios– para dejar sentado que “también juraba por Néstor”.

La jura de su cuñada fue el momento que más emocionó a la presidenta. Cristina sobrellevó la asunción de sus ministros sin su compañero a su lado con una esforzada entereza: apeló al agua mineral para tomar aire, trató de no conmoverse cuando sus ministros fruncían el ceño para no quebrarse en llanto –el caso de Oscar Parrilli (Secretaría General de la Presidencia) y Carlos Tomada (Trabajo)–. Sin embargo, cuando le tocó leer el juramento de su cuñada, la voz se le aflojó y tuvo que hacer esfuerzos para completar el texto. En primera fila la observaban sus hijos Florencia y Máximo Kirchner, su nuera Rocío García, su madre Ofelia Wilheim, y la novia del vicepresidente Amado Boudou, Agustina Kämpfer. Desde la segunda fila la miraban en silencio y con los ojos enrojecidos los actores Pablo Echarri, Nancy Dupláa, Andrea del Boca, Leonardo Sbaraglia, Mercedes Morán, Esther Goris y Víctor Laplace.