VIERNES 25 DE ABRIL-
El dirigente de la UOCRA y la CGT Gerardo Martínez le pidió a Julio Cordero que la Secretaría de Trabajo recupere su rango ministerial y exigió un diálogo social como política de Estado para enfrentar la informalidad laboral. Advirtió que sin obra pública ni desarrollo productivo no hay salida posible al trabajo no registrado.
En el marco de un seminario organizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el dirigente sindical Gerardo Martínez, referente de la UOCRA y secretario de Relaciones Internacionales de la CGT, reclamó un compromiso real del Estado y los sectores empresariales para construir una política laboral sólida que aborde las causas estructurales de la informalidad en Argentina.
Junto al secretario de Trabajo de la Nación, Julio Cordero, y al presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, a quienes llamó «amigos» y les agradeció su participación, Martínez estuvo en un panel donde se puso de manifiesto la necesidad de consolidar un diálogo social institucionalizado como eje para una economía más inclusiva y con empleo formal.
Durante su intervención, el dirigente sindical fue directo con Cordero al pedirle que la Secretaría de Trabajo recupere el rango de Ministerio, en una declaración cargada de simbolismo: “Le pido a Julio que la Secretaría vuelva a ser Ministerio de Trabajo. Yo sé que vos lo vas a lograr, Julio”, expresó entre sonrisas, reforzando así la importancia del área laboral dentro del esquema gubernamental.

Acto seguido, lanzó una pregunta que resonó en todo el auditorio: “¿Me garantizás que el diálogo sea una política de Estado?”, a lo que Cordero respondió con una sola palabra: “Siempre”.
Martínez también advirtió que sin inversión pública y crecimiento productivo será imposible reducir el trabajo informal: “Si paramos el 100% de la obra pública, ¿cómo vamos a ayudar a la formalidad laboral?”, cuestionó. Además, criticó el contexto regional marcado por la desigualdad estructural y la falta de transparencia: “América Latina y el Caribe tienen la cultura del privilegio, que es la desigualdad y la concentración en los monopolios”, afirmó.
Pese a las diferencias ideológicas, valoró el rol de Funes de Rioja en los espacios de diálogo: “A pesar de pensar distinto en muchos temas, siempre tenemos una ocasión de encuentro para dialogar”, destacó.
El seminario dejó una conclusión clara: sin diálogo social genuino, políticas laborales activas y una mirada estructural del desarrollo, la lucha contra la informalidad laboral seguirá sin soluciones de fondo.
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