Los trabajadores petroleros de empresas privadas comenzaron ayer a negociar el aumento salarial, aunque no lograron acercar posiciones entre las partes, en medio de la crisis que atraviesa el sector.
Los trabajadores ya habían adelantado que al encuentro iban a llevar un reclamo “mesurado” y se espera que en las próximas semanas se avance con un entendimiento similar al de 2015, con una suma fija que sirva de puente hasta el segundo semestre en el que se terminaría de sellar la paritaria.
Los gremios petroleros de Santa Cruz y Neuquén habían indicado que pretendían incrementos salariales del 60 y del 40 por ciento, respectivamente, pero esos porcentajes son inaplicables para el Sindicato del Petróleo y Gas Privado del Chubut.
La industria petrolera camina por la cornisa desde que estalló la crisis del crudo en el mundo en junio de 2015, pero las empresas reciben desde ese momento millonarios subsidios estatales para mantener los equipos en actividad.
El sindicalismo denuncia que las compañías que operan en la Patagonia están paralizando equipos de producción a pesar del acuerdo por el que el Gobierno subsidia con entre 22 y 23 dólares por barril para alcanzar un precio interno de 67,50 dólares.
A principios de 2015, los sindicatos firmaron con el Gobierno de Cristina Kirchner, los gobernadores y las empresas un acuerdo para mantener la actividad, por lo que se fijó el precio interno del crudo en 77 dólares.
Ya con el Gobierno de Mauricio Macri, el acuerdo fue revisado y se lo extendió pero con un precio interno de 67,50 dólares, lo que contemplaba una fuerte suba en los precios de los combustibles para que sean los consumidores lo que afronten la compensación.
Ese acuerdo contemplaba un mejor precio para las compañías a cambio de mantener la actividad (no despedir trabajadores) e ir en busca del autoabastecimiento energético, principalmente en el caso del gas.
Justamente, el alza en el precio de los combustibles es para pagar el mejor valor interno del crudo respecto del internacional: la diferencia es de entre 22 y 23 dólares por cada barril de petróleo.