Sergio Schoklender.
Una pericia caligráfica, un raid mediático y parlamentario que salió mal y hasta un fiscal que no cree en sus denuncias. Mucho ruido y pocas nueces para el hombre que viste de negro.
Un reality show parlamentario –la visita de Sergio Schoklender en Diputados– que terminó mal para la oposición. Una pericia caligráfica que parece darles la razón a las Madres cuando dicen que fueron estafadas. Y por si esto fuera poco, un fiscal federal, Jorge De Lello, que en lugar de darle credibilidad a las acusaciones de Schoklender en el Congreso sostiene que no existe ninguna evidencia de que fondos de las Madres hayan sido usados en campañas electorales. “Schoklender se encamina a cometer un tercer parricidio. Lo del Congreso fue un show y una bajeza institucional. Es un hombre en caída libre. Si hay algún delito tendrá que investigarse en sede judicial, pero esto de que se monte un show en el Congreso para dañar al Gobierno o a la política de derechos humanos me parece una bajeza”, dijo a este diario Eduardo Barcesat, abogado de la Asociación Madres de Plaza de Mayo.