La planta siderúrgica trabajó al 50 por ciento de la capacidad instalada durante este año y adelantó vacaciones a sus empleados. “Esto es solo el preludio de lo que va a pasar si entra acero de Brasil o China”, advirtieron desde el sindicato.
En la planta de Acindar, ubicada en Villa Constitución, Santa Fe, propiedad del grupo indio ArcelorMittal, adelantaron una de las paradas técnicas previstas para fin de año y suspendieron a 700 trabajadores con anticipo de licencias por vacaciones y francos compensatorios.
“Nosotros producíamos 1.200.000 toneladas al año y para 2024 los objetivos de la empresa fueron llegar a 600.000, lo que muestra la crisis que estamos atravesando. Con un 50 por ciento de la capacidad instalada sin producir“, afirmó Pablo González, secretario general de la seccional de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) Villa Constitución.
El único sector de la fábrica en funcionando este lunes era el de Alambres que sin embargo se encuentra frenado por un reclamo salarial. “Hace siete meses que nuestros sueldos no aumentan lo que se debería, estamos con atrasos desde junio y atados a las subas del 2 por ciento mensual por el tope de crawling peg que mantiene el gobierno“, detalló González a Página 12 y cuestionó que el monto porque “la inflación es superior”. A diferencia de otras firmas, además, Acindar “no pagó el anticipo” y no hubo compensaciones a lo largo del año.
El noviembre, según datos de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra) el sector metalúrgico registró una caída interanual en la producción de 7,1 por ciento y de 0,9 con respecto a octubre. En la comparación con los mismos meses que el año anterior, acumula una retracción del 12,9 por ciento y la capacidad instalada está en el 50,5.
“Conociendo el paño, esto es solo el preludio de lo que va a pasar si llega el acero importado de China y Brasil“, advirtió el dirigente de la UOM.
En este sentido, los sindicatos no son los únicos preocupados por lo que está ocurriendo con la industria pesada en el país. Paolo Rocca, líder del grupo Techint y uno de los principales aportantes a la campaña presidencial de Javier Milei, aseguró en sus últimas presentaciones públicas que la cancha no estaba pareja con el gigante asiático: “la apertura económica es un inmenso desafío para recuperar competitividad. Queremos ser protagonistas de estos cambios y no sentirnos extraños a estas transformaciones, y sentirnos parte, pero es necesario nivelar la cancha para competir”.
Y en la misma línea, la figura del círculo rojo fue categórica, “se puede competir con todos menos con China”. No es la primera vez que lo dice y parece que tampoco será la última.
Las perspectivas para la producción de insumos básicos e insumos difundidos en 2025 no son las mejores teniendo en cuenta el aumento potencial de las importaciones y los temas regulatorios como la reducción de aranceles y el control de aduana, impulsados por la gestión libertaria. El contexto podría ser aún más desalentador si, como sugieren algunos economistas, el Gobierno decidiera eliminar las barreras antidumping para la línea blanca (heladeras, lavarropas), con la consecuente caída de la producción y del empleo local.
En las plantas siderúrgicas son habituales las paradas técnicas. Pero los trabajadores saben que de acuerdo al contexto se deben poner en alerta. “La planta está proyectada para un millón y medio de toneladas anuales con capacidad plena y nosotros llegamos a producir ese kilaje. En las épocas buenas sabemos que hay paradas por mantenimiento o falta de gas y eso lo coordinan los empresarios de diferentes maneras pero ahora es distinto porque estamos produciendo la mitad de lo que podríamos“, aseguró Gustavo Arriola, trabajador de Acindar desde hace 15 años, a Página 12. Uno de los 2300 empleados de la fábrica icono de acero de Villa Constitución y de la Argentina.
A mediados de marzo de 2024, Acindar realizó la primera parada de planta cuando registró una reducción en las ventas de entre el 35 y 40 por ciento. La segunda parada fue en junio y la tercera en el mes en curso. Arriola, hijo de un jubilado de Acindar, fue suspendido las tres veces. Trabaja en el muelle de minerales, donde descarga mineral de hierro que se utiliza para el hierro esponja, uno de los principales componentes de los laminados. “Con el cambio de gobierno ya me lo veía venir que iba a ser un escenario desfavorable, similar a lo que nos pasó en 2016 con Macri pero este presidente se atrevió más contra la industria“, opinó.
Tiene 37 años, cuatro hijos y dice: “Me dan vacaciones pero no estoy de vacaciones en otro lugar. Estoy en mi casa, algo algún trabajo pero no se siente bien y me preocupa lo que pueda pasar”.
La siderúrgica proveé toda la obra pública del país y también a las obras particulares. La primera está frenada por decisión del Ejecutivo y en el segundo caso también la actividad se desplomó. Según los datos publicados por el Indec, la construcción se contrajo 24,5 por ciento en la comparación interanual y 4 por ciento en la variación mensual desestacionalizada en octubre. En tanto, el acumulado del año registra una retracción del 29 por ciento. Mientras la industria lleva 16 meses consecutivos a la baja, indican las cifras oficiales, el Presidente considera que “Para proteger a la industria se le robó al campo, y lo único que se generó es un sector adicto al Estado” y toma medidas en consecuencia: apertura importadora, eliminación de beneficios al desarrollo de parques industriales, aumento de costos fijos a través de tarifas y retracción del consumo interno.
“Datos de Indec a julio dan caídas de alrededor del 30 por ciento en los principales productos metalúrgicos (commodities) de producción nacional. Eso implica que el mercado interno está demandando menos ya que los mercados de exportación no estarían contrayéndose tanto; Brasil por ejemplo no tendrá caídas del PBI este año. El efecto de la sobrevaluación del peso, el levantamiento de ciertas trabas a las importaciones y las facilidades que brindan la Ley bases y el decreto para despedir personal en un contexto de ajuste macro generan más presión a la baja de la producción y el empleo”, analizó Pablo Pereira, economista de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav).
En Villa Constitución, en 2024 la planta produjo la menor cantidad de toneladas de toda su historia.
Otros relevamientos no hacen más que reforzar el escenario en negativo: el 67 por ciento de los actores vinculados al rubro de la construcción aseguran que este año tuvieron un menor nivel de actividad respecto al registrado en el 2023, publicó Construya.
“El verdadero cuco es el acero chino“, remarcó González de la UOM.
En forma indirecta, Acindar también genera empleo para 1200 personas. “Las perspectivas de cara al futuro son complejas si el gobierno continua promoviendo apertura de importaciones y sobrevaluación del peso. Si esto es una tendencia de largo plazo, es probable que todo el sector metalúrgico, y el sector industrial en general, tengan que reestructurarse“, opinó Pereira.