VIERNES 11 DE ABRIL
-Hay un claro cambio de tendencia que llevó a que la aprobación baje cuatro puntos. La mayoría rechaza la nueva deuda con el FMI, piensa que la inflación no está bajando y cree que el dólar va a subir. La intención de voto a candidatos libertarios está en baja y hay un virtual empate con el peronismo.
Todos los números del gobierno y de Javier Milei empeoran. La aprobación del gobierno bajó cuatro puntos; más de la mitad opina mal o muy mal del Presidente; las expectativas sobre la economía disminuyeron, el 52 por ciento piensa que la inflación no está bajando y que el dólar va a subir mucho o bastante, mientras que el 61 por ciento, una clara mayoría, no está de acuerdo con que la Argentina tome más deuda con el Fondo Monetario Internacional.
Los datos exhiben un desinfle pronunciado y aparecen las críticas que siempre estuvieron latentes: un rechazo categórico a los recortes jubilatorios; crítica de la represión; evidencias de corrupción y de participación del Presidente en la estafa de Libra.
El deterioro se refleja también en términos electorales: los ciudadanos que dicen que van a votar al peronismo ya están parejos con los que adelantan que apoyarán candidatos libertarios. Es un cambio notorio en la tendencia, porque hasta hace unos meses se imponían las listas de La Libertad Avanza (LLA).
Apoyo en caída
Las conclusiones surgen de una encuesta nacional realizada por la consultora Analogías, cuya referente es Marina Acosta. En total se entrevistaron a 2.854 ciudadanos de todo el país, con preguntas automáticas a teléfonos fijos y a celulares. La muestra respeta las proporciones por edad, sexo y nivel económico social.
“La base de apoyo al gobierno cayó cinco puntos -señala Marina Acosta- y el presidente, que tenía opiniones positivas en febrero, ahora los que opinan mal o muy mal superan por cuatro puntos a los que opinan bien o muy bien. Encontramos un rechazo mayoritario al FMI y la gente considera que Milei participo en la estafa global con las criptomonedas. Todo eso produjo el vuelco en contra del mandatario”.
Los datos de Analogías marcan un cambio de tendencia muy notorio. No es un derrumbe, pero sí un fuerte deterioro. Y, sobre todo, una crítica durísima contra casi todas las políticas del gobierno de LLA o del presidente.
Rechazo a casi todo
Estos son algunos de los números de la encuesta:
- El 53 por ciento sostiene que la inflación no está bajando.
- El 46 por ciento afirma que el dólar va a subir mucho o bastante.
- El 64 por ciento dice que la pobreza no está bajando.
- Nada menos que el 87,3 por ciento manifiesta que debe haber una recomposición de emergencia de los haberes de los jubilados. Es una opinión casi unánime.
- El 61,4 por ciento está preocupado por el desempleo, que -traducido- significa que tiene fuerte temor a perder su actual trabajo.
Más allá de esos números, hay un dato sustancial. Antes, una sólida mayoría reconocía que las cosas estaban mal, pero tenía una expectativa sobre el futuro. Ahora, casi la mitad (49,5 por ciento) creen que la situación económica va a estar peor en los próximos dos años. Esa desesperanza es fuerte en las mujeres, en la franja de los que tienen entre 30 y 45 años, en los universitarios y en quienes creen que deberían tener un trabajo mejor.
Puntos clave resquebrajados
Marina Acosta analiza que “hay una mala administración política, jurídica y comunicacional sobre el nuevo endeudamiento con el FMI y eso puso en crisis el principal fundamento de la base de apoyo del gobierno: la estabilidad del tipo de cambio y el descenso de la tasa de inflación mensual. Pero diría que el desgaste no es estrictamente económico. Empeoraron en forma sensible las opiniones sobre la persona de Milei: la cuestión de la crypto-estafa, la poca confianza que hay en la medición de la pobreza, el apoyo a los jubilados y la convicción sobre la existencia de corrupción en el gobierno”.
Lo que señala Analogías es que los encuestados se dan cuenta que el acuerdo con el FMI va a cambiar el régimen cambiario, con el peligro de rebrotes inflacionarios. “Los ciudadanos perciben que el programa de ajuste tiene escasas posibilidades de mejorar en forma nítida las condiciones de vida, más allá de la baja de la inflación. La desescalada de precios se estancó, la mayoría dice que la inflación no está bajando y hay una mayoría que dice que ‘el sacrificio en materia de ajuste no tiene sentido y no resuelve los problemas estructurales’”.
Como suele suceder históricamente, cuando se produce el desgaste, empiezan a hacerse mayoritarias críticas del ciudadano común, que ya estaban casi a la vista: corrupción, autoritarismo, el rechazo a la política respecto de los jubilados; la represión y hasta el cuestionamiento a los recortes en materia de cine y cultura. En la encuesta no aparecen, pero parece evidente que en los encuestados no deben caer bien los multiples viajes a Estados Unidos, con fracasos notorios, y un alineamiento absoluto con Washington.
Tendencias de voto
En términos electorales, como es lógico, no se pueden hacer preguntas precisas porque no hay una elección nacional, sino elecciones en los 24 distritos. Analogías simplemente preguntó las tendencias de voto por partido y lo que concluye es que la intención de voto a candidatos libertarios está en baja, sin que nadie coseche de esas pérdidas del oficialismo. Por ahora, se pasan al campo de los que todavía no saben a quién van a votar. Eso produce un virtual empate con el peronismo.
La pregunta obvia es si el gobierno puede detener la hemorragia, para colmo con el trasfondo de la convulsión desatada por Donald Trump y las imposiciones que traerá el acuerdo con el FMI. Parece claro que la Casa Rosada cuenta, al menos hasta ahora, con un fuerte respaldo empresario, mediático y de Estados Unidos. Habrá que ver si es suficiente para torcer el rumbo hacia abajo de estos últimos dos meses.
Página|12