La investigación periodística podría desatar uno de los escándalos más grandes de la historia, porque vincula a estrellas, figuras del deporte, políticos y hasta a mandatarios de todo el mundo en el montaje de empresas fantasmas para el lavado de dinero.
La investigación “Panamá Papers”, realizada por el diario alemán Suddeutsche Zeitung y compartida con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ por su nombre en inglés), comenzó con la filtración de once millones de documentos confidenciales de una de las compañías más reservadas del mundo, la firma legal panameña Mossack Fonseca, que demuestran cómo la compañía ayudó a clientes a lavar dinero, esquivar sanciones y evadir impuestos.
Entre los implicados hay instituciones deportivas y estrellas del deporte, entre los que figuran el Club Boca Juniors, dirigentes de la FIFA y hasta futbolistas de reconocimiento internacional.
El Club Boca Juniors
El Club Xeneize figura en la lista de instituciones deportivas involucradas en el escándalo. “Es uno de los 20 grandes clubes cuyos propietarios o dirigentes, actuales o anteriores, tienen participacipaciones en compañías offshore”, reveló el Consorcio Interionacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) sin dar más precisiones. En esa nómina figura también el poderoso Inter de Italia.
Los hermanos Jinkis
Estas reveleaciones irrumpieron en un momento sensible para el mundo del fútbol, ya que los empresarios argentinos Mariano y Hugo Jinkis, involucrados en el FIFA-Gate, escándalo por corrupción que implicó a varios dirigentes históricos del fútbol internacional, entre ellos su ex presidente, Joseph Blatter, también figuran en la investigacción.
Las filtraciones muestran sus nexos con el dirigente uruguayo Juan Pedro Damiani, ex presidente de Peñarol , según un artículo firmado por los periodistas de la ICIJ Gary Rivlin, Marcos García Rey y Michael Hudson.
Lionel Messi
Su padre, Jorge Messi, también figura como socio de Mega Star Enterprises. Ambos son investigados en España tras abrir numerosas sociedades offshore para, según la acusación, evadir millones generados por los contratos de su hijo con diversas empresas.
Ahora, de la investigación surge que el 13 de junio de 2013, un día después de conocerse un caso de evasión por €4,1 millones, el jugador y su padre establecieron una sociedad panameña con la que habrían seguido facturando sus derechos de imagen a espaldas de la Agencia Tributaria.
Messi y su padre irán a juicio el próximo mes, para esclarecer la cifra reclamada, junto a otros €10 millones, que habría recibido el futbolista en función de sus derechos de imagen de las diversas marcas comerciales que representa.
Gabriel Heinze
El ex jugador de equipos como Manchester United y Real Madrid es uno de los implicados en la sección vinculada con la FIFA y paraísos fiscales. ICIJ sostiene que en 2005, mientras Heinze jugaba en Manchester United, creó la sociedad Galena Mills Corp en las Islas Vírgenes. El mismo año, el jugador firmó un contrato con Puma AG que garantizaba un pago de USD 1 millón durante cinco años.
Los pagos de Puma fueron canalizados a través de la compañía offshore. Los registros, dijo ICIJ, muestran que la madre de Heinze figuraba como una de las dueñas de la empresa. El acuerdo con Puma finalizó en 2008, unos meses después de que Heinze se uniera al Real Madrid. Los registros de Mossack Fonseca, la firma que trabajaba para Heinze, muestran que el jugador tenía una cuenta en el banco suizo UBS.
Un vocero de Heinze dijo que “Galena Mills fue parte de una estrategia por una sucesión (herencia), solo en caso de que algo malo le pasara a Heinze”. La misma fuente dijo a ICIJ que la sociedad “pagó todos los impuestos necesarios” en los países donde se suponía que debía pagar.
Leonardo Ulloa
El goleador del Leicester City, cuando jugaba en San Lorenzo, allá por 2008, firmó un contrato por su imagen con Jump Drive Sport Rights, una compañía registrada en Nueva York. Los directores de la firma y dueños de las acciones no eran personas sino empresas con sedes en Samoa.
El representante legal de la empresa era José Manuel García Osuna, un hombre de negocios y administrador vinculado con el fútbol que enfrenta cargos por fraude en España, incluida una acusación por quedarse con un gran porcentaje del dinero que se supone recibiría Ulloa por sus derechos de imagen y contratos para pasar de un equipo a otro.
Ulloa prefirió no hablar sobre el acuerdo por los derechos de imagen. “No tengo una buena relación con él ahora, pero no quiero hablar de eso”, dijo. Por su parte, Osuna le aseguró a ICIJ que no trabajó en Jump Drive y que no firmó contratos con el jugador. Sin embargo reconoció haber negociado el pase del futbolista de Río Negro al español Castellón, pero que no “facturó ni un solo centavo a cambio de sus servicios”.