España, al borde del precipicio

Cual personaje de dibujo animado, el presidente español pareciera no entender todavía que tras asomarse al precipicio, dejó ya atrás tierra firme y que en realidad está dando pasos en el vacío.

Mariano Rajoy tiene la rara particularidad de conseguir hundir cada vez más a España con las medidas que adopta con gran soberbia supuestamente para lograr lo contrario. Mientras el jueves pasado formalizaba dentro de un Parlamento super blindado la entrada en vigor de su nuevo “ajustazo” con toda la oposición en contra, cientos de miles de manifestantes protestaban bajo temperaturas de hasta 40 grados en las calles de 80 ciudades españolas.

Algunos de los lemas más coreados por las más de 100.000 personas concentradas en Madrid ante el Parlamento y sus alrededores fueron: “El pueblo, unido, no necesita partidos”, o “Que el próximo parado (desempleado) sea un diputado”.
“El camino está en las calles”, reconoce el líder de Izquierda Unida (IU), Cayo Lara, quien ha propuesto una “rebelión democrática”. IU reclama al gobierno que convoque un referéndum para validar o rechazar el ajuste.

Decenas de policías, guardias civiles y bomberos fuera de servicio se sumaron como todos estos días a las protestas convocadas unitariamente por todos los sindicatos y por los indignados del movimiento 15-M, que se saldaron con numerosos heridos y detenidos.

Las manifestaciones son ya diarias y a todas horas desde que se anunció el último plan de recortes.