España, protectorado de la Unión Europea

La afilada guadaña de Mariano Rajoy sigue cortando por abajo sin contemplaciones. “Los españoles no podemos elegir si hacer o no sacrificios. No tenemos esa libertad”, dijo el presidente en las Cortes (Parlamento). El líder del Partido Popular reconocía, así, de hecho, por primera vez, que su paquete de medidas le había sido dictado palabra por palabra sólo un día antes en la cumbre que mantuvo en Bruselas con sus acreedores.

Urgido por una prima de riesgo que desde hace días no baja de los 530 puntos y unas subastas de bonos de la deuda pública que se pagan a un 7% de interés, Rajoy se apresuró a anunciar en el hemiciclo el que sin dudas es el pliego de condiciones impuesto por la Unión Europea (UE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio de adelantarle en los próximos días los primeros 30.000 millones de euros de ayuda y para prorrogarle hasta 2014 el plazo en el que el déficit público no podrá superar el 3%. Ahora es del 8,6%.

La UE, el BCE y el FMI se han hecho literalmente con los mandos de la economía española. España ha sido intervenida y convertida en una suerte de protectorado.