El líder libertario, Javier Milei, propone avanzar en una reforma laboral para «cambiar una legislación obsoleta». Además va por la eliminación de las indemnizaciones, de «las huelgas generales», la limitación del derecho a huelga y de «la ocupación de los espacios públicos». Además propone el fin del modelo sindical argentino y negociar por empresa.
Javier Milei, el líder de La Libertad Avanza (LLA), espacio político libertario que viene de ganar las últimas PASO con más de 30 puntos, identifica como parte de sus enemigos a los sindicatos y a los sindicalistas. De hecho, en el apartado dedicado a la Reforma laboral los califica de «anomalía» y de «antirrepublicanos».
«El tema laboral en Argentina involucra cambiar una legislación obsoleta para tiempos en los que los procesos productivos se alteran rápidamente frente al avance vertiginoso de la tecnología», abre sus propuestas el economista.
Pero aclara que «existe un problema anterior» y habla del «comportamiento del movimiento sindical que, amparado por las leyes vigentes y por costumbres antirrepublicanas asumidas como normales, abusa de una participación pública con fines políticos extorsivos, procurando resolver en las calles lo que se debería dirimir en el Congreso a través de los representantes del electorado».
Para ello Milei propone «una eliminación de la capacidad de extorsión del aparato sindical a través de las huelgas generales y de la ocupación de los espacios públicos» algo que «también se aplica al comportamiento de los representantes de los trabajadores informales y los desempleados».
En los 12 puntos de su programa destinado al asunto, detalla: Limitar el derecho de huelga en cualquier actividad, previendo etapas previas de conciliación entre las partes» y la «inhabilitación y multa para los dirigentes sindicales que violen las instancias legales con huelgas salvajes». Además aclara que «en cualquier caso, los días de huelgas no serán pagos».
También habla de que «Los empleados estatales y de servicios esenciales privatizados, no tendrán derecho a la huelga y la ley preverá la inhabilitación y multa para los dirigentes sindicales estatales que violen las instancias legales con huelgas salvajes».
Para Milei, «La modificación de todo el marco de las relaciones laborales sindicales es una tarea ineludible para poder crecer. La reforma debe focalizarse principalmente (aunque no exclusivamente) en la modificación de cuatro leyes: Ley 14.250 de Convenciones Colectivas de Trabajo (1953), Ley 18.610 de Obras Sociales (1970), Ley 20.744 de Contrato de Trabajo (1974) y Ley 23.551 de Asociaciones Sindicales (1988)».
También prevé que «Se eliminará el régimen de indemnizaciones sin justa causa y se lo reemplazará por un seguro de desempleo» y que «la estandarización de los contratos laborales deberá ser muy flexibilizada».
Por último se centra en la destrucción del modelo sindical argentino: Eliminación del unicato, y «las negociaciones salariales y de condiciones laborales se harán a nivel de empresa» con todos los representantes de sindicatos existentes.
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