Evo y Correa pidieron la eliminación de las bases militares de EE UU en la región

Con el planteo de reformar radicalmente o acabar definitivamente con el andamiaje institucional montado según los intereses geopolíticos de los Estados Unidos en los años siguientes a la Segunda Guerra Mundial y en los tiempos de la Guerra Fría, Bolivia y Ecuador le imprimieron un giro a la 42ª Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA). Ante la mirada atónita de la secretaria adjunta estadounidense para Asuntos Hemisféricos, Roberta Jacobson, Evo Morales y Rafael Correa plantearon la “refundación” del sistema vigente con ideas que incluyen la supresión del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) y la eliminación de las bases militares estadounidenses en suelo americano.

42ª Asamblea General de la OEA en Cochabamba, Bolivia.
42ª Asamblea General de la OEA en Cochabamba, Bolivia.

 

“O la OEA muere como un organismo puesto al servicio del imperio o renace para servir a los pueblos de América”, advirtió Morales cuando inauguró las sesiones de la Asamblea, en el aula magna de la Universidad del Valle, en Tiquipaya, Cochabamba. Fue entonces que, para iniciar la refundación, el presidente de Bolivia propuso eliminar el TIAR, la Junta Interamericana de Defensa –ambos constituidos en  1947 para “enfrentar el peligro comunista”– y hasta la nefasta ex Escuela de las Américas, ahora trasladada de Panamá a los Estados Unidos y rebautizada como Instituto Hemisférico de Cooperación en Seguridad.