El secretario general de la Asociación Obrera Minera Argentina (Aoma), Héctor Laplace, reclamó hoy regularizar a los trabajadores de las empresas «exploradoras y tercerizadas», y demandó «un diálogo institucionalizado» y el respeto del cumplimiento de las normas que rigen los encuadres de la actividad, según informó el sindicato.
En un documento de prensa, luego de participar en la conferencia del Instituto Argentino de Derecho para la Minería (Iadem), el sindicalista reseñó que a partir de los años ’90 se produjo «un cambio en la actividad a partir de las nuevas leyes sancionadas».
Laplace reclamó a las firmas exploradoras «un diálogo institucionalizado», y exigió que las empresas proveedoras y tercerizadas cumplan las normas de encuadres.
«Las leyes de Inversiones y Ambiental Mineras o el Pacto Federal Minero fueron realizadas por grandes hombres, que produjeron cambios necesarios en el Código de Minería, lo que permitió el ingreso de capitales de riesgo, el funcionamiento de Minera Alumbrera, de FMC en Catamarca y de Cerro Vanguardia en Santa Cruz. Ello ofreció en los ’90 previsibilidad a los inversores y un desarrollo sustentable», aseguró.
El dirigente gremial señaló que la nueva minería se caracteriza por demandar mano de obra calificada y trabajo registrado, con generación genuina de recursos y riquezas para vastas zonas del interior”, y destacó también la captación “de mano de obra local proveniente de las comunidades adyacentes a esos proyectos”.
«Las empresas mineras lograron acuerdos sectoriales, promoción de las economías regionales y buenos salarios, lo que demandó la presencia de un gremio activo y permanente capacitación. La industria se construye a partir del consenso, y es preciso bregar por una actividad socialmente aceptada y ambientalmente equilibrada, con debidos controles del Estado y la participación de la comunidad», enfatizó.
Laplace instó a sostener y promover que las zonas de influencia de los yacimientos sean las más aprovechadas; reclamó el cumplimiento de las leyes vigentes y rechazó las prohibiciones a la actividad metalífera que existen en algunas provincias, a la vez que explicó que «se trata de una industria lícita e imprescindible para generar recursos genuinos”, por lo que debe integrarse a un modelo productivo e inclusivo.
Laplace destacó en otro orden que el gremio logró firmar convenios colectivos laborales de empresas para «aggiornarse» a la nueva realidad y, ahora, son «un traje a medida para cada yacimiento y son ponderados en varios ámbitos por el logro de acuerdos».
El dirigente rechazó el trabajo tercerizado en las empresas contratistas, y sostuvo que la normativa aplicable es el convenio de la actividad principal, y afirmó que ello también ocurre en las firmas exploradoras, en las que se trabaja 20 días con 10 de descanso.
«La minería es una industria revolucionaria en el país y no llegó al techo. Es preciso una gran alianza multisectorial para retomar la coherencia y la previsión. Los que la integran deben abandonar la exclamación y convertirse en partícipes ante una gran oportunidad de desarrollo. Hay que sumar esfuerzos para revertir la realidad socio-económica», dijo.
Laplace reivindicó la formación que ofrecen las universidades nacionales, reclamó que se contrate personal argentino que estudia en ellas y demandó una ley de cierre de mina para todo el país y un régimen diferencial previsional para el personal del sector.
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