El País, el diario de referencia de la transición española, relacionado con la socialdemocracia y el más leído de España, atraviesa una crisis sin precedentes que lo puede llevar a una rápida quiebra y en la que su redacción y su presidente, Juan Luis Cebrián,
mantienen una guerra abierta por el despido de un tercio de los trabajadores. El País pretende suprimir 149 puestos de trabajo sobre una planta de 440 personas en el marco de un expediente de regulación de empleo (ERE), el despido barato previsto en la reforma laboral impuesta por el gobierno conservador de Mariano Rajoy.
De aquellas 149 víctimas de la “timba financiera” de Cebrián, 128 son despidos directos. Los otros 21, prejubilaciones de mayores de 59 años. El plan se complementa con una reducción salarial del 15% para los que conserven el puesto. Según la empresa, se trata de “garantizar la viabilidad en los próximos años ante la grave caída de los ingresos”, provocada por la baja en las ventas y de la publicidad. El diario nunca declaró pérdidas, pero la dirección estima que las habrá en el ejercicio actual. Desde la redacción, en cambio, se habla de “errores de gestión”.