Uno de los últimos operativos realizado en la zona de Abasto por el Ministerio de Trabajo
Lo afirmó Oscar Kindzersky, director de Inspecciones de Trabajo
Algunos patrones de campos del cinturón frutihortícola platense parecen no haberse enterado de la abolición de esclavitud ocurrida hace dos siglos. Hoy mantienen a sus empleados en condiciones insalubres, sin baños, sin lugar para el descanso –cuando el sector rural se caracteriza por emplear trabajadores “cama adentro”–, sin respetar condiciones de seguridad ni de registración. El problema se traduce en cifras: el director de Inspecciones de Trabajo calcula que en La Plata, en las distintas variantes, existen uno 500 trabajadores en situación de esclavitud.
La servidumbre del siglo XXI tiene nombre y rostros que, desde diciembre de 2010, comenzaron a salir a la luz mediante allanamientos dados a conocer por el Ministerio de Trabajo de la Provincia. “La detección de casos de trabajo esclavo se ha incrementado mucho en los últimos seis meses, pero la problemática del trabajo esclavo no es nueva: es una situación que se da en el campo desde hace 100 años pero nunca se había sacado a la luz como ahora”, manifestó Oscar Kindzersky, director provincial de Inspecciones del Ministerio de Trabajo que encabeza Oscar Cuartango, en una entrevista con Diagonales.
–¿Cuál es el sector local en el que más encuentran casos de trabajo esclavo?
–La Plata es un centro hortícola muy importante en el país, tiene grandes extensiones dedicadas a esto, por las distintas cosechas que tiene. Debe ser el segundo o tercer polo hortícola del país.
Asimismo, en la ciudad el trabajo en condiciones irregulares -lo que se denomina “trabajo esclavo”- mantiene una relación íntima con ese sector rural. En nuestras inspecciones, hemos detectado irregularidades en las quintas de Abasto, Olmos, Romero, adonde hallamos a casi 200 personas, en su mayoría paraguayos, en situación migratoria irregular. Sucede a 10 o 15 km de acá, nomás. En uno había casi 200 trabajadores, en el otro veintipico de personas, entre ellas muchos niños. Para hacer esos operativos, se puso en contacto con nosotros el Fiscal Cartasegna. El sector textil también es un sector complicado en este tema, pero en La Plata no tuvimos de esos casos, alguna razón debe haber pero la desconozco, supongo que es por la zona. Esas actividades también utilizan mayoritariamente mano de obra extranjera.
–¿Por qué tantos casos de trabajo esclavo están saliendo a la luz actualmente?
–Es cierto que en los últimos 6 meses se han incrementado las acciones orientadas a detectar trabajo esclavo o semi-esclavo. Allá, por diciembre, cuando empezamos con este tema en las semilleras en la zona de San Pedro, en los campos de maíz, se hicieron las primeras inspecciones en el campo y surgió el tema de condiciones de trabajo bajo condiciones muy precarias.
–¿Cómo es el procedimiento para detectarlo?
–Estamos siempre atentos a los datos que den indicios de esto, una de las últimas fue a través de una pareja de bolivianos que vinieron a consultar por su situación con sus empleadores, trabajaban en el campo y allí vivían también, los intimaban a abandonar el lugar. También recibimos denuncias anónimas, a través de un 0-800 gratuito. Antes nadie reclamaba, hoy sí. Por suerte, los trabajadores reclaman más por sus derechos.
–¿Qué condiciones suelen encontrar en los allanamientos de trabajo esclavo?
–Desde ya, la registración es absolutamente en negro, y también se incumple con las condiciones de salubridad. En los allanamientos que realizamos en La Plata, la producción de agua era más normal porque las quintas estaban cerca la provisión de agua potable pero, por ejemplo, en los allanamientos hechos en Mar del Plata ni siquiera tenían agua potable, duchas, ni camas para el descanso, que forma parte del trabajo en campos. Los campos en donde esto sucede son difíciles de ubicar, así como los talleres de confección, que son los más difíciles de detectar porque se hacen en casas particulares.
–¿Se puede estimar qué cantidad de trabajadores están bajo condiciones de semi esclavitud o esclavitud en la ciudad?
–En cantidad de gente, hay más de 500 trabajadores afectados por esta problemática. El trabajo esclavo forma parte de una cultura, de los empleadores y de los trabajadores del campo, se toma como naturalizado el hecho de que no hay baños en el campo, por ejemplo, porque es muy amplio.
–¿Cuál es la medida más urgente que debería implementarse para comenzar a revertir esas condiciones?
–Lo urgente que falta es una actualización de la Ley de Trabajo Rural. La de hoy no contempla mucho los derechos de los trabajadores, falta eso, y que se determinen algunas cosas mínimas, exigencias como que sea un lugar medianamente razonable, que no conviva la cama del trabajador con el depósito de agroquímicos, por ejemplo. Yo digo que la mejor manera de saber si es habitable es si uno usaría ese baño, por ejemplo, también con respecto a su mantenimiento.
–¿Cuáles son las poblaciones más afectadas por la problemática?
–La actividad rural es un trabajo manual, salvo los empleados que manejan maquinaria agrícola, con lo cual hay un universo mayor de personas con menos capacitación con acceso a eso. El desflore del país se hace con santiagueños en el 90%, acá en el cordón frutihortícola de La Plata hay bolivianos y paraguayos, y también algunos argentinos. En los casos de confección hay que tener la habilidad de la tarea. Por alguna razón los bolivianos aparecen ideales para esa tarea, son más del 90% los que encontramos en nuestros allanamientos.
fuente : el argentino.com