Hugo Moyano ordenó bajar a Camioneros de la marcha de jubilados

El líder camionero, que había validado ayer mismo la participación sindical en la protesta y que integra un sello de sindicatos del transporte (CATT) que había convocado a participar también, dio marcha atrás anoche y ordenó a la dirigencia no ir al Congreso. El gremio encara una paritaria bajo la amenaza del Gobierno de imponer salarios a la baja y su obra social se encuentra en crisis.

Hugo Moyano ordenó anoche a la dirigencia de Camioneros no participar de la marcha de jubilados de este miércoles frente al Congreso pese a haber dado su aval en la reunión del día previo de la “mesa chica” ampliada de la CGT. Con su decisión, el mayor de los Moyano también desoyó la resolución adoptada por la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT, cuyo gremio integra) en conjunto con la Unión General de Trabajadores del Transporte de adherir y asistir a la movilización de protesta.

La marcha atrás tomó por sorpresa a la plana mayor del sindicato más asociado a la manifestación callejera en los últimos 30 años. Fue cuestión de horas: a las 18 los gremios reunidos en la sede de los estatales de UPCN avalaron un apoyo institucional a la protesta que incluyó la invitación a cada organización para que tomara parte con sus afiliados. Hacia las 21 el mensaje en contrario del propio Hugo Moyano se desparramó en toda la dirigencia camionera. Estaba prevista como al primera medida de acción directa adoptada por Camioneros desde la renuncia en noviembre pasado a la CGT de Pablo Moyano, adjunto e hijo mayor de Hugo.

La determinación fue unipersonal e inconsulta y desató todo tipo de especulaciones. La mayoría de ellas apuntaba a una negociación paritaria en marcha que, como adelantó en exclusiva El Destape, aspira a recuperar dos puntos porcentuales de aumento perdidos en la negociación previa, que estuvo vigente de diciembre a febrero, y a disponer una suba de 8% para el trimestre de marzo a mayo. Y es que la discusión previa, que había arrancado con un reclamo de 15% de incremento para el trimestre y llegado a un punto de preacuerdo en torno del 8% con al menos una de las tres cámaras patronales del transporte automotor de cargas, sufrió la intervención directa del Gobierno con amenaza de no homologar ajuste alguno. Finalmente Hugo Moyano aceptó reducir la nominalidad de aquella suba a 5,5% por los tres meses.

Otro hito que contextualiza la salida de Camioneros de la marcha de jubilados es la delicada situación que atraviesa la obra social del gremio, Oschoca, una de las mayores de la Argentina. La prestadora, manejada en los hechos por Liliana Zulet, esposa de Hugo y responsable de la gerenciadora Iarai, afronta desde hace meses una crisis por caída de aportes y deterioro de su red prestacional. El resorte financiero más inmediato es la Superintendencia de Salud, que maneja de forma discrecional el ministro Mario Lugones bajo directivas del asesor plenipotenciario Santiago Caputo.

De hecho Santiago Caputo es uno de los pocos libertarios que se jacta de tener línea directa con Hugo Moyano. Y también, de haber impulsado la salida de Pablo Moyano del triunvirato de la CGT y su reemplazo por el dócil Octavio Arguello. También es sintomático que el líder camionero hubiese suturado viejas rencillas con los “gordos” de los grandes sindicatos de servicios para sumarse desde entonces a la “mesa chica” de CGT.

 

FUENTE EL DESTAPE

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