El fiscal penal, contravencional y de faltas de la Ciudad de Buenos Aires Gustavo Galante ordenó esta noche a la Policía Federal clausurar el estadio de River Plate, una vez que se desaloje totalmente.
Galante hizo cerrar el Monumental para preservar las pruebas por los destrozos que se realizaron tras el partido en el que River perdió la categoría por primera vez en su historia. El fiscal abrió una causa por daños y lesiones en riña, contra particulares.
Además había abierto una causa contra la comisión directiva millonaria por haber permitido que ingresaran al Monumental más público que el permitido. Según Galante, River permitió el ingreso de 53.000 espectadores contra las 45.000 permitidas. Galante manifestó que no se clausurarían las aulas del Instituto River Plate, aunque los alumnos deberán ingresar por una puesta que no es la habitual.
Por otra parte, al menos 72 personas sufrieron heridas hoy por los violentos desmanes que produjeron enfurecidos
hinchas de River Plate por el descenso de su club a la segunda división del fútbol argentino, informó el director del Servicio de Asistencia Médica de Emergencia (SAME), Alberto Crescenti.
Dos policías sufrieron fracturas de cráneo y ocho más permanecen en el Hospital Churruca con traumatismos varios, aunque se descuenta que el número de lesionados es mayor.
La información fue suministrada a DyN por la oficina de prensa de la Policía Federal.
Todo fue consecuencia de la furia que se desató tras el empate ante Belgrano 1-1 que determinó el primer descenso de River en 110 años de vida.
“No podemos decir aún cuántas personas hay heridas, pero hay gente con politraumatismos, dolores en el pecho y la cabeza”, declaró por su parte el médico de River Plate Alberto Cavallieri en declaraciones a radio Mitre de Buenos Aires.
También habría heridos en la zona del vestuario, según informó el canal noticioso C5N.
Los incidentes comenzaron minutos antes de la finalización del partido, cuando los hinchas arrojaron objetos al campo de juego enfurecidos por el empate por 1-1 con Belgrano de Córdoba que decretó el descenso de River a la Primera B Nacional por primera vez en sus 110 años de historia.
Los desmanes continuaron luego dentro del club y en sus alrededores. Los hinchas rompieron vidrios del estadio, que aloja una escuela y un instituto terciario y amplias instalaciones
deportivas.
Los hinchas descontrolados destruyeron móviles de televisión y lograron derribar las vallas e ingresar al hall central del club, donde destrozaron las instalaciones. También incendiaron vehículos en el estacionamiento (aparcamiento) del lugar.
Los “barras bravas” se enfrentaron con efectivos del estricto operativo de seguridad montado en el estadio y el barrio porteño de Núñez, integrado por cerca de 2.000 hombres.
Otros miles de hinchas más pacíficos decidieron permanecer en las tribunas hasta que se tranquilizara la situación.