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Industriales de la alimentación, los textiles y las pymes manifestaron expectativas favorables a partir del triunfo del FdT. El mensaje de Galperín
El cambio de gobierno no sorprende a ningún empresario. El actual presidente, Mauricio Macri, ya se los había reprochado. “Hay muchos escépticos en el Círculo Rojo que dieron todo por terminado en las PASO”, les había dicho durante el Coloquio de IDEA en Mar del Plata. La confirmación del triunfo de Alberto Fernández trae expectativas positivas en los distintos sectores, desde el alimenticio hasta el textil. Consideran que las medidas urgentes que necesita el empresariado son la baja en las tasas de interés, el fomento al consumo y a los créditos productivos y la estabilidad del tipo de cambio. Confían en que el gobierno del Frente de Todos irá en esa dirección. Además, consideran que el presidente electo está abierto al diálogo y a la búsqueda de consensos, de cara a la difícil situación económica y financiera que atraviesa el país.
“Somos respetuosos del orden institucional, de la democracia y la alternancia”, dijo a este diario Daniel Funes de Rioja, presidente de Copal, la organización empresarial que nuclea a empresas alimenticias. Si bien el sector alimenticio tiene pedidos para el mediano y largo plazo, Funes de Rioja dijo que aceptarán las políticas que se relacionan con lo urgente. “Sabemos que lo urgente es contener los daños que provocaron la recesión y la contracción económica”, aseguró, y dijo que se encuentran en contacto con Daniel Arroyo, el dirigente que promueve el plan de lucha contra el hambre y la indigencia. “Aceptamos participar del Consejo que van a crear para los excluidos y marginales”, dijo.
A la vez, consideró que “la salida a la exclusión es el trabajo digno” y para eso se deberán aplicar incentivos fiscales a la inversión y a la adaptación tecnológica. Fernández, recomendó, también deberá plantear consensos básicos como la estabilidad macroeconómica, el superávit fiscal y externo, y políticas que busquen agregar valor, aumentar las exportaciones y bajar la informalidad. “Obviamente vamos a promover los principios de libertad de iniciativa privada, pero eso no tiene nada que ver con el liberalismo económico, sino con un modelo de crecimiento con inclusión social. Somos el sector alimenticio, tenemos esa actitud”, afirmó.
José Urtubey, empresario de Celulosa Argentina, compañía del sector foresto industrial, fue uno de los primeros industriales en criticar al gobierno de Macri por las políticas que beneficiaron al sector financiero por sobre el productivo. “El año que viene va a ser difícil por el faltante de dólares y la cantidad de obligaciones que hay, pero creo que las políticas de la próxima gestión estarán orientadas al desarrollo productivo. Hacerlo en línea contraria ya se demostró que no funciona”, aseguró. Indicó que la prioridad de las medidas económicas será habilitar crédito productivo para capital de trabajo, y espera que haya diálogo con el equipo económico dado que desde la Unión Industrial Argentina pudieron presentarle un plan productivo de cara al 2023.
Además, consideró que otra de las prioridades deberá ser controlar el tipo de cambio por la extrema distorsión de precios en la industria. “El control del dólar fue una medida antipática pero necesaria para que el tipo de cambio esté controlado”, agregó. Celebró el desayuno de Macri y Fernández en la Casa Rosada el día posterior a las elecciones, para que la transición sea equilibrada, y concluyó: “Inexorablemente vamos a un acuerdo social”.
Desde las pymes industriales, las expectativas son “recontra positivas”, según aseguró Marcelo Fernández, dueño de una fábrica de cierres y presidente de la Confederación Empresaria Argentina (Cgera). Pedirá que se apliquen medidas generales para todos los sectores, como la baja en la tasa de interés, pero considera que se necesitan “medidas sectoriales, y no transversales para todos”. En el sector textil reclamará por el control de comercio exterior. “Pedimos que haya precios transparentes y reglas claras para insumos estratégicos, no trabar todo porque sí”, aseguró.
Fernández anticipa que habrá una respuesta rápida del Gobierno a estas propuestas. “Quieren que la gente trabaje, y el sector que más rápido va a darlo es la industria”, aseguró. “Si hay medidas acertadas en poco tiempo vamos a ver una mejora”, agregó. Sobre el llamado pacto social, dijo que no esperarán la convocatoria del Gobierno, sino que comenzarán a trabajar desde el sector privado en mesas de diálogo con los gremios. La semana pasada, avanzaron en la normalización de la Confederación General Económica, una entidad que agrupará a 27 instituciones empresarias, entre las que volvió a sumarse la Cámara de la Mediana Empresa (CAME).
Por su parte, desde el sector tecnológico, piden que se mantengan los beneficios impositivos en Tierra del Fuego, que terminan en 2023. Así lo aseguró Marcelo Girotti, CEO de BGH, empresa argentina con 106 años de historia. “Tenemos expectativas positivas, porque la situación en la que estamos ahora es compleja, pero difícilmente pueda empeorarse”, dijo a este diario. En cuanto a las medidas que pedirá el empresariado, afirmó: “Sabemos que la baja de impuestos no es algo que pueda darse inmediatamente por la situación del país”. Pero dijo que para la generación de empleo deberán aplicarse mejoras impositivas como la baja en las cargas patronales o cambios en el marco laboral.
Tampoco se quedó afuera de opinar Marcos Galperín, dueño de Mercado Libre, quien siempre se mostró muy cercano a Macri. A través de su cuenta de Twitter, felicitó a Alberto Fernández y escribió que desea que “Argentina crezca y genere más oportunidades”