La CGT repudió este jueves “la brutal represión contra los trabajadores y ciudadanos que manifestaron de forma pacífica frente al Congreso Nacional” en rechazo de la aprobación de la Ley Bases, y denunció que “las fuerzas de seguridad al mando de la ministra Patricia Bullrich se dedicaron a provocar a los grupos que se acercaban y, luego, desataron una brutal represión con el único objetivo de generar la reacción de los presentes y justificar de ese modo la utilización del gas pimienta”.
La central obrera se expresó sobre los hechos represivos que vivieron los manifestantes este miércoles en la Plata de los Dos Congresos que fueron a rechazar la Ley Bases. A lo largo de todo el día asistieron sindicatos, organizaciones de derechos humanos, de la Economía Popular, militantes de partidos políticos, trabajadores de prensa y transeúntes. También asistieron algunos legisladores, que fueron reprimidos y debieron ser asistidos en las postas de salud.
“No repararon en la presencia de mayores o diputados nacionales. También usaron balas de goma, carros hidrantes y motos que golpearon de forma salvaje a quien se cruzara con la clara intención de generar terror. Los trabajadores no respondieron a esas provocaciones. En ese contexto, se produjo el ‘sospechoso’ ataque a un móvil de Cadena 3 por parte de un reducido grupo de encapuchados que, de inmediato, fugaron, ante la pasividad de las fuerzas de seguridad”, sostuvo la central obrera.
Un documento de la CGT firmado por el secretario y cosecretaria de Derechos Humanos, Julio Piumato y Maia Volcovinsky (ambos dirigentes judiciales), aseveró hoy que “la represión fue planificada para despejar la zona al momento de la votación”, y señaló que luego “se extendió y reprimió los cacerolazos que se multiplicaron en el Congreso y otros puntos de la ciudad, lo que incluyó la detención arbitraria y tardía de numerosos transeúntes para generar violencia”.
“El pueblo asiste a un escenario similar al de 2000, cuando se votó la Ley Banelco, es decir, la compra de votos en el interior del Congreso y una feroz represión afuera, lo que significa idéntica ausencia de legitimidad y consenso. Todo ello genera interrogantes: ¿No sería mejor utilizar a esas fuerzas para combatir el narcotráfico y la inseguridad? ¿No sería mejor que se dediquen a repartir las miles de toneladas de alimentos que se pudren en galpones del Gobierno? La CGT convoca a la cordura, porque la represión jamás podrá acallar la voz del pueblo. Ni la dictadura genocida logró imponer ajustes brutales con represión. Tarde o temprano, será justicia”, concluyó la central obrera.
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