La crisis económica continúa golpeando a España a medida que se profundizan los recortes que promueve el gobernante Partido Popular a nivel nacional y regional.
Un nuevo capítulo de esta historia se dio ayer en el sudeste de la península ibérica. La Generalitat de la Comunidad Valenciana anunció, por decreto, el despido de 3000 empleados del sector público, el 40 % de la plantilla, mediante la eliminación de 46 empresas públicas con el objetivo de ahorrar hasta 315 millones de euros, 100 de ellos por la reducción de personal, otros 200 por optimización de la gestión y 15 más por “sinergias”, según dijeron las autoridades.
La noticia fue dada a conocer por el conseller de Economía, Industria y Comercio, Máximo Buch, en declaraciones a la prensa local. Buch explicó que el personal funcionario y laboral de las entidades de derecho público que se extinguen, y cuyas funciones no pasen a ser desempeñadas por otras entidades de derecho público, se adscribirán con la misma condición en la Administración de la Generalitat.