Lo gremios enrolados en la Corriente Sindical Federal, el Núcleo del Movimiento de Trabajadores Argentinos (MTA) y varias regionales de la CGT ratificaron su respalso a Palazzo para conducir la CGT y exigieron “una agenda programática”.
“Palazzo tiene cartas credenciales propias; enfrentó decenas de despidos durante meses en los Bancos Central (BCRA) y Provincia (BAPRO) y convocó más de diez paros durante el gobierno anterior en rechazo del impuesto a las ganancias y por otros reclamos. Goza de derecho de conquista, no importa su pertenencia partidaria (radical) y no se permitirá desde este espacio la chicana política a partir de esa procedencia”, afirmó el titular de los pilotos Pablo Biro.
Ese espacio gremial, opuesto a la constitución de un triunvirato directriz, convocó además a un acto en el club Ferrocarril Oeste para el próximo 12 de agosto para ratificar la candidatura de Palazzo y difundir “un documento programático nacional y popular”, señaló el secretario adjunto de la Bancaria, Andrés Castillo.
Los secretarios generales de unas cuarenta organizaciones gremiales analizaron ayer en la sede de la Asociación Argentina de Empleados de Farmacia (ADEF), la situación socio-económica nacional y la marcha del proceso de unidad de la CGT con vistas al Congreso del 22 de agosto, luego de lo cual ofrecieron una conferencia de prensa.
“No puede convocarse a la unidad por la unidad misma sino que debe tener contenido”, dijo Castillo, a la vez que los referentes del espacio señalaron que “esa unidad no debe ser sectorial sino con todos; tiene que darse sobre la base de posiciones asumidas y claras sobre las importaciones, la defensa de un Estado fuerte que intervenga en la actividad económica, el rechazo de los despidos y la Alianza para el Pacífico”, afirmaron los dirigentes.
El secretario de Prensa de la Bancaria, Eduardo Berrozpe, confirmó que el espacio participará en el plenario de secretarios generales del 5 de agosto próximo en la CGT Azopardo; reivindicó el programa de acción del MTA, de la CGT de los Argentinos y de Huerta Grande; la histórica huelga bancaria de 1959, cuando las patronales cesantearon a 6 mil empleados, y las luchas de los empleados de farmacia, e indicó que “la unidad debe tener contenido”.
En el encuentro participaron, entre otros, los secretarios generales de los pilotos (Biro); de los gráficos bonaerenses (Héctor Amichetti); de molineros (Carlos Barbeito); del gremio de la ANSES (Carlos Ortega); de los curtidores (Walter Correa); de farmacia (Víctor Carricarte) y los dirigentes de televisión Néstor Cantariño y Alejandro Ruiz, además del docente Horacio Ghilini.
Amichetti se pronunció por “una unidad en torno de un programa de acción que enfrente el actual modelo corporativo y oligarca”; señaló que “la única unidad duradera es la que se construye sobre objetivos muy claros” y puntualizó además que “el triunvirato que se procura imponer no es representativo de la totalidad de los sectores del movimiento obrero”, en tanto reivindicó la figura de Palazzo porque ese dirigente “une hacia adentro y hacia afuera”.
“Hay que definir un contenido para el movimiento obrero, cuya única CGT debe confrontar y no claudicar ante el actual modelo. Por eso en Ferro se difundirá el 12 de agosto un proyecto y una agenda programática actualizada”, puntualizó el dirigente gráfico.
Para Biro, la respuesta a las actuales políticas debe surgir del movimiento obrero y “no de la política”; se opuso a la estrategia de importaciones y denunció que la aerolínea LAN “está abriendo rutas argentinas a otros países, lo que provocará más desempleo”.
Para el espacio de la Corriente y el MTA, “las delegaciones regionales deben estar representadas en el próximo consejo directivo de la CGT” porque es preciso “realzar” el interior del país desde una óptica federal y, respecto de la posibilidad de que las conducciones de las tres centrales obreras no se avengan a modificar la conformación del triunvirato ya propuesto (Juan Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña), Berrozpe dijo:
“Veremos qué dirán el 22 los congresales de los gremios, muchos del interior”.
Ortega se pronunció por “una CGT movilizada” y, la totalidad de los dirigentes, ratificaron la necesidad de convocar a una huelga nacional, aunque señalaron que “es preciso respetar los tiempos”, que seguramente comenzarán a debatirse luego del 22 de agosto.