La crisis de las obras sociales desató un «sálvese quien pueda» en el universo sindical que beneficia al Gobierno: «No hay un espíritu colectivo»

(Por Pablo Maradei) El cambio en las reglas del juego para las obras sociales visibilizó la falta de cohesión en el universo sindical. Los gremios peregrinan a la Superintendencia para solucionar lo propio. Unos exploran la vía judicial y otros aprovechan para cobrarse viejas cuentas: «No hay un espíritu colectivo». El Gobierno aprovecha para avanzar.

 

La Resolución 1/2025 de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) se asemeja a una patada en un hormiguero: ese relojito (con defectos por supuesto) que funcionaba entre prepagas obras sociales y supervisión del Estado se rompió en pedazos para convertirse en un sálvese quien pueda. «No hay un espíritu colectivo, ni de la CGT o de los gremios que la conducen para con el resto: lo peor es que el meteorito impacta y extingue a todos por igual, más cerca o más lejos en el tiempo según la distancia que estés del impacto», describe un dirigente sindical que orbita sobre las decisiones de la obra social de su gremio.

Siguiendo el análisis las 300 obras sociales existentes se acomodaron en alguno de los siguientes cuadrantes: Por un lado, están las grandes obras sociales que atienden a sus afiliados por tener clínicas propias y convenios con prepagas para ciertas prestaciones: estas son las que no se vieron afectadas. Por otro lado, están los que llaman sellos de goma.

Otra fuente explica para InfoGremiales: «Vos tenés sindicatos que tienen 30 trabajadores afiliados, pero tienen una nómina en la obra social de 100.000 afiliados. ¿Cómo es eso? Bueno, cuando se desreguló empezaron a sacar afiliados de otros sindicatos para sus obras sociales porque les ofrecían planes integrales con las prepagas. Bueno esos hoy se quejan porque al correrlos de la triangulación de recibir pesos por no dar nada hoy los pone en el cuadrante de la desaparición».

La crisis de las obras sociales desató un "sálvese quien pueda" en el universo sindical que beneficia al Gobierno: "No hay un espíritu colectivo"

Completa: «¿Cómo alguien va a defender a quien años atrás rapiñaban sacando trabajadores de otras organizaciones?». Dentro de este grupo de sindicatos/obras sociales una gran mayoría optó por judicializar el tema; por ahora en danza de espera.

Un párrafo aparte la tienen algunos gremios que contrataron prestaciones con las prepagas por lo que pagan un canon por el servicio: para estos casos lo que está pasando es que al estar en una situación gris, los mismos gremios salieron a hacer acción gremial y convencen a sus afiliados que ratifiquen la pertenencia a la obra social: una de ellas ya fichó al 80% de sus trabajadores y considera que para fines de marzo podría tener el 100% de su nómina. Este refichaje de trabajadores es complicado y necesita de acción gremial para recorrer los distintos lugares de trabajo en muchos casos que alcanzan a todas las provincias del país.

Hay algo a destacar y es que nada hizo por fuera de la ley: la primera desregulación fue una opción y no una imposición arbitraria como sí lo fue la Resolución 1/2025. Eso quedó en evidencia en el 2024 cuando el Gobierno de Javier Milei invitó a las prepagas a inscribirse como OS y solo el 2% de un padrón de casi 5 millones decidió por el “me voy a la prepaga”. El profundo fracaso derivó en la compulsiva Resolución 1/2025 que apenas firmó un funcionario de segunda línea del Ministerio.

Con un agravante: el afiliado quedó preso de un monopolio/oligopolio porque depende de su prepaga.

Y hay otra cosa en común, además de la 1/2025 y que alcanza a los tres nichos en los que quedó dividido el sindicalismo si de obras sociales hablamos: cada una está haciendo su visita a la SSS para tratar de salvar los trapos propios. Con todas las maniobras discrecionales que eso acarrea. Otra forma más de ver que no hay espíritu de cuerpo en el sindicalismo para enfrentar los avances del Gobierno.

 

INFOGREMIALES

Deja una respuesta