En su último boletín económico mensual, la entidad dice que la caída del PIB se debe a una contracción de la demanda nacional superior a la del año precedente (3,9 %), tanto en consumo como en inversión.
La demanda exterior atenuó la contracción con una aportación positiva de 2,6 puntos porcentuales, gracias al avance de las exportaciones y al descenso de las importaciones.
El empleo disminuyó en 2012 a un ritmo superior al año previo, con un descenso estimado del 4,3 %, en buena parte por la pérdida de empleo público, que cayó por primera vez desde que se iniciara la crisis como consecuencia de la aplicación de los planes de reequilibrio financiero de las regiones españolas.
Todas las ramas productivas cayeron en 2012 tanto en actividad como en empleo, con mayor intensidad en el sector de la construcción.
Sobre el déficit público, el Banco de España dice que el cumplimiento del objetivo del 6,3 % del PIB pactado con Bruselas dependerá de que las medidas de consolidación hayan generado los efectos deseados en el tramo final del año.
Al respecto dice que la información disponible hasta octubre y noviembre evidencia una sustancial mejora de los ingresos de las administraciones públicas, aunque todavía por debajo de las previsiones oficiales, así como una continuación en el ajuste del gasto.
Para 2013 cree que se tendrá que hacer un esfuerzo adicional “muy ambicioso”, tanto por parte del Estado como por las Comunidades Autónomas para lograr el objetivo de déficit pactado del 4,5 % del PIB.
De la evolución económica en el cuarto trimestre, la entidad destaca que la demanda interna aceleró su ritmo de caída (1,9 %) debido, entre otros factores, a la supresión de la paga de diciembre de los empleados públicos, el difícil acceso al crédito y la debilidad del empleo.
La entidad cree que la renta disponible de los hogares, así como el valor de su riqueza, siguió cayendo en los meses finales del año, lo que atribuye al impacto de las medidas para recortar el déficit y a la tasa de inflación.
La inversión residencial siguió disminuyendo en los últimos meses del ejercicio, con lo que el sector inmobiliario habría culminado su quinto año de ajuste, con un descenso anual superior al 7 %, y la entidad cree que todo apunta a que la caída continuará en 2013.
También la inversión empresarial decreció en el tramo final del año y registró un descenso anual del 5 %.
Por el contrario, la demanda exterior neta repuntó en el último trimestre y aportó un crecimiento de 1,4 puntos porcentuales en ese periodo, debido fundamentalmente a la disminución de las compras al exterior, en línea con la debilidad de la demanda interna, mientras que las exportaciones perdieron tono por el debilitamiento de la zona euro.
En términos generales, el Banco de España enmarca el 2012 en un contexto financiero de elevada tensión, consolidación fiscal, desendeudamiento del sector privado y continuada reducción del empleo.