La empresa de origen estadounidense y con fuertes vínculos con el presidente electo Donald Trump, Arc Energy está a tiro de tomar las riendas de IMPSA. Fue la única oferente en la licitación que abrió el Gobierno de Javier Milei para su privatización pero por ahora sigue trabada. La última novedad es que la compradora pidió plazo hasta fin de este mes para renegociar la deuda de IMPSA de 600 millones de dólares. Tanto el Estado nacional como la provincia de Mendoza manifestaron su voluntad de acompañar la transición hacia un modelo privatizado y extranjerizado de la poderosa metalúrgica.
La empresa estadounidense Arc Energy, principal integrante del consorcio IAF que se adjudicó la compra de IMPSA, solicitó un plazo hasta el 31 de enero para gestionar el apoyo de los acreedores a la reestructuración de la deuda de la empresa metalúrgica, que asciende a aproximadamente 600 millones de dólares. Entre los principales acreedores están el Banco Nación, el BID, el BICE, y la corporación chilena Grupo Moneda. Esta reestructuración es una condición clave para proceder con la redacción del contrato definitivo de compraventa de acciones de IMPSA.
El Responsable de Relaciones con el Mercado de IMPSA S.A., Fabián D’Aiello, confirmó la información ante la Comisión Nacional de Valores y destacó que, en caso de cumplirse esta condición o si IAF renunciara a ella, las partes podrán avanzar en la formalización del acuerdo de compraventa.
La Comisión Evaluadora de las ofertas para la venta de IMPSA, integrada por representantes del Fondo Nacional de Desarrollo Productivo (FONDEP), la Agencia de Transformación de Empresas Públicas y la provincia de Mendoza, recomendó esta semana la preadjudicación de las acciones de la empresa al consorcio IAF. Esta recomendación constituye un paso legal clave en el proceso de venta de la compañía.
Arc Energy, con sede en Luisiana, Estados Unidos, ha llamado la atención por los vínculos de su presidente, Jason Arceneaux, y otros dos directores de origen venezolano con el presidente electo estadounidense Donald Trump. Algunos de ellos participaron como aportantes a su campaña. La empresa fue la única oferente en la licitación internacional lanzada en octubre pasado por el gobierno argentino, liderado por Javier Milei, para adquirir la mayoría del paquete accionario de IMPSA.
Impsa, que se inició como Industrias Metalúrgicas Pescarmona en 1907, pasó a ser una de las principales empresas argentinas del sector metalúrgico y energético, con participación clave en proyectos hidroeléctricos, parques eólicos, energía nuclear y equipamiento para la industria petrolera y de gas. Cuenta con un plantel de 660 empleados y actualmente, la composición accionaria de la empresa está dividida entre el Estado nacional, que posee un 63,7%, la provincia de Mendoza (21,2%), un fondo de acreedores (9,78%) y la familia fundadora Pescarmona (5%).
La decisión de privatizar la empresa responde al objetivo del Gobierno argentino de alcanzar el déficit fiscal cero. Tanto el Estado nacional como la provincia de Mendoza manifestaron su voluntad de acompañar la transición hacia un modelo privatizado y extranjerizado.
El plazo otorgado hasta el 31 de enero permitirá a Arc Energy buscar el consentimiento de los acreedores para refinanciar la deuda de IMPSA. De lograrse dicho apoyo, se espera que las partes avancen en la redacción y firma del contrato definitivo que completaría el proceso de venta de la histórica empresa metalúrgica argentina.
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