La hora de los saqueos

En España y en Europa la imagen de saqueos a supermercados por parte de pobres desesperados ha sido siempre asociada a países del Tercer Mundo. Muchos recuerdan casos como el Caracazo de 1989 en Venezuela, reprimido brutalmente por el gobierno de Carlos Andrés Pérez y que arrojó un saldo de más de 300 muertos, o los saqueos en Argentina en 1989 bajo Raúl Alfonsín y en 2001 con Fernando de la Rúa, o los de Chile de 2010, tras el terremoto, durante la presidencia de Michelle Bachelet. Paradójicamente, en la primera potencia del mundo, en Estados Unidos, se produjeron también saqueos en 2005, tras el paso del huracán Katrina y la pésima gestión por parte del gobierno de George W.Bush.

Sin llegar a ser saqueos como aquellos, sino “confiscaciones” pacíficas y a cara descubierta, las acciones llevadas a cabo días atrás en Sevilla y Cádiz por cientos de jornaleros rurales afiliados al SAT (Sindicato Andaluz de Trabajadores) han pasado a ocupar las portadas de todos los medios, provocando vivas polémicas.

El histórico y radical líder del SAT, Manuel Sánchez Gordillo, dirigió micrófono en mano las acciones que se desarrollaron en un supermercado de Mercadona en Sevilla y otro de Carrefour en Cádiz, donde los activistas llenaron una decena de carritos en cada caso –exclusivamente con productos de primera necesidad–, con el fin de repartirlos en las barriadas más castigadas por el desempleo. Los miembros del SAT se fueron sin pagar tras explicar el objetivo de su acción y tras momentos de tensión con los responsables de los supermercados y fuerzas policiales.