La inflación recalienta el diálogo económico y social

La inflación recalienta el diálogo económico y social

La inflación recalienta el diálogo económico y social

El llamado del ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, a los sindicatos para que elijan entre caída de salario o despidos, calentó la interna entre los empresarios y trabajadores de cara al diálogo económico y social que se esperaba concretar a mediados de enero. El titular de la Confederación General del Trabajo (CGT) Azopardo, Hugo Moyano, advirtió que “nunca aceptaremos que nos impongan un número en las paritarias. No nos van a asustar diciendo que se van a perder puestos de trabajo”.

Desde el lado de los empresarios, el presidente de la Cámara Argentina de Comercio (CAC),Carlos De La Vega, cuestionó a los sindicalistas que piden “aumentos de 30%, 40% o 50% en las paritarias. Es poco serio y no contribuye a la paz ni a bajar las expectativas inflacionarias”. Para De La Vega, los sindicatos “obran para generar confusión”. En el contexto de una devaluación de más del 40% a lo largo de diciembre, el titular del Palacio de Hacienda indicó que su meta de inflación para 2016 será menor al 25%. Esto implica que los empresarios o los trabajadores deberán absorber una parte del aumento de costos de los productos exportables, como los alimentos, y los insumos importados, que se encarecieron, consignó Tiempo Argentino.

La eliminación de las retenciones a los bienes que forman parte de la canasta básica, la eliminación de los subsidios a la energía, que implicará aumentos de 500% en las facturas, y el incremento de las naftas de 6% en enero y 6% más en marzo, forman un combo explosivo que dinamita la posibilidad de una negociación con calma entre trabajadores y empresarios. La estrategia de Prat-Gay es que el costo del incremento de precios lo paguen los trabajadores, y en especial los de menores ingresos, ya que si se modifican los mínimos y las escalas del impuesto a las Ganancias, el gobierno aplicaría un paliativo sobre quienes ganan más de $ 15 mil mensuales. Otra fuente de recelo por parte de los gremialistas es la presteza con la que el macrismo respondió a las demandas de los empresarios, mientras quepostergaron las medidas a favor de los trabajadores como el cambio en Ganancias para el ciclo legislativo de 2016.

En este sentido, Moyano advirtió que “si fueron generosos con los empresarios, también tienen que serlo con los trabajadores”. El se cretario General del gremio de Alimentación, Rodolfo Daer agregó que los dichos de Prat Gay son “un chantaje. No manejamos ningún número pero tenemos que defender el poder de compra del salario. Imagino que estamos encima del 30% si tenemos en cuenta lo que ocurrió de noviembre en adelante”. El titular de alimentación consideró que “los salarios y el empleo no transitan distintos caminos. En los ’90 “se incrementó como nunca en la historia de nuestro país el desempleo y la desocupación y la precarización del trabajo”.

La determinación del gobierno de que sean los trabajadores los que paguen el costo, eligiendo entre salarios o despidos, unificó y fortaleció la resquebrajada relación entre las centrales sindicales, que acudirán con un planteo conjunto al diálogo con las cámaras empresarias y el gobierno, en el cual la libertad de paritarias será central.

Hugo Yasky, duro con el gobierno

La Central de los Trabajadores Argentinos (CTA), liderada por Hugo Yasky, se reunió en un plenario nacional para unificar su postura de cara al diálogo económico y social. Según Yasky,la política del macrismo “pretende avasallar los derechos y las conquistas de los trabajadores y trabajadoras de nuestro país, tanto a nivel del sector público como del privado”.

Yasky fue muy crítico con el programa económico de gobierno: “Los trabajadores no hemos conocido un solo anuncio que tenga que ver con alguno de los intereses y alguna de las cuestiones que significa hablar de preservar un mínimo de sensibilidad social en las políticas de gobierno”.

Yasky hizo un llamado a la unidad sindical y consideró que “es necesario que las centrales sindicales de nuestro país podamos encontrar la manera de expresar en unidad un frente común para garantizar las paritarias libres, para garantizar los puestos de trabajo y para decirle a este gobierno que no vamos a agachar la cabeza para decirle a Prat-Gay que aceptamos la extorsión y que vamos a cambiar salario por puestos de trabajo”.