SOCIEDAD//NACIONALES Fuente: InfoBAE
La referente social de 81 años, que lleva 30 años trabajando con los wichís, habló con Infobae. Desde Bahía Blanca llevó a Formosa tres camiones cargados de donaciones y quisieron expulsarla de la provincia que Gildo Insfrán gobierna hace 25 años. La acusan de violar el artículo 250 del código penal y le iniciaron una causa judicial. “Pasé por todas las provincias sin problemas, y acá me empezaron a complicar”
“Hace 28 años que estoy acá y 25 que me instalé. No entiendo esta situación. No sé porque me persiguen. Quieren que salga de acá para atraparte. Me piden un nuevo estudio de Covid, que ni siquiera le piden a ninguno de los wichís míos queridos del alma, que están acá conmigo”, cuenta
Natty Petrosino –conocida durante años como Natty Hollmann–, la líder social que trabaja con las comunidades más postergadas del norte de nuestro país, a quien llaman
“La Madre Teresa argentina”.
En la década del ‘60 fue una famosa modelo, pero cambió su vida y
desde hace tres décadas se dedica a las tareas solidarias con quienes más necesitan en esa provincia del norte argentino.
“Me hice un hisopado antes de salir de Bahía Blanca, de donde traigo las donaciones. Porque estaba allá cuando empezó la pandemia y cuando quise volver, tuve que aislarme como el mundo entero. Recién pude venir después de ocho meses a traerles las cosas. Acá estaban todos desesperados, con miedo”, revela Natty, que tiene 81 años y habla con Infobae minutos después de asistir un parto en la comunidad. “Venía de pies, pero se dio vuelta. ¡Gracias Jesus!”, agrega desde El Divisadero, dónde está instalada en una casa de chapa, al lado del centro de salud.
“Todo empezó hace dos semanas. Pasé por todas las provincias tranquilamente, como siempre, pero cuando quise entrar a Formosa, empezaron a complicarme las cosas. Primero me dijeron no se qué del IVA, luego de Rentas y después no se qué más. Yo traía tres camiones con carga completa de alimentos, todo tipo de donaciones y materiales de construcción. Pero no pudieron encontrar nada irregular. Tengo todo en orden porque ‘al Cesar lo que es del Cesar’. Entonces, cuando vieron que esa acusación no funcionaba, empezaron a decirme que tenía que hacerme un hisopado, cuando yo siempre estuve perfecta de salud y sin síntomas”, asegura y cuenta que todavía faltaba para lo peor…
“Para ir con los camiones a El Divisadero, que está a 300 kilómetros de Lomitas, me escoltaron como si fuera una delincuente. Querían que no me desviara, que no hiciera nada raro. No sé que pensaban. Y cuando llegamos a El Divisadero, a las cinco de la tarde, con 42 grados de calor, me dijeron que tenía seis horas para bajar todo y que me tenía que ir. ¡Imaginate! Imposible. ¡¿Como iba a tirar toda la mercadería ahí?! Dejar que mis queridos wichís se mueran de calor mientras bajábamos todo sin tiempo para guardarlo. ¡De ninguna manera! Entonces me puse firme y dije: ‘De acá no me muevo. ¡Muerta me van a sacar! No me voy ni yo, ni un camión’. Y ahora me persiguen a muerte. Me metieron una denuncia”, se queja Natty.
La acusan de no acatar el artículo 205 del Código Penal, que dice que “quien viole las medidas adoptadas por las autoridades competentes para impedir la propagación de la epidemia, recibirá prisión de seis meses a dos años”. La denuncia se tramita en el Juzgado de Instrucción Correccional de la Tercera Circunscripción judicial. Como el hecho se judicializó, presentó la eximición de prisión para ella y para Marcos Molina, uno de sus colaboradores, que fue firmada por la jueza interviniente el sábado pasado.
En todos estos años nunca tuve un problema así con el Gobierno, ni con nadie. ¿Qué pasa ahora? El ministro de salud dice que no me conoce, que soy una mujer de doble apellido… Dijo en conferencia que no tenía ni idea quien era yo, que vengo de afuera, que hace quinientos años vinimos de Europa para atropellar a esta gente. ¡Barbaridades! Yo siempre que hice escuelas, casas para los wichís y para criollos, centros de sanitarios… Los doné al Gobierno y ellos me mandaban médicos y enfermeros. De hecho vinieron a la inauguración del Barrio Bahía Blanca. Nunca antes tuve problema. Ahora me dicen que soy una intrusa… ¡Es raro!”, asegura Natty mientras resiste y remarca que no se va a ir: “Estoy muy feliz acá con mi gente”.
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