Aunque apenas era la tercera fecha del campeonato, Ricardo Gareca decidió largar la rotación. Y la jugada le salió cara. No sólo por el resultado, que a esta altura es lo que menos le debe preocupar al técnico del Fortín, más allá de que sea la segunda consecutiva por el Torneo Final. La peor noticia en la noche de Lanús fue la de las lesiones para la visita. El ayer capitán Franco Razzotti, apenas después del gol granate, tuvo que salir por precaución por una molestia en la rodilla derecha, la misma en la que había sufrido la rotura de ligamentos hace algunos meses. El volante miró todo el segundo tiempo desde el banco de suplentes, con hielo en esa rodilla.
Una vez remplazado, Razzotti le tuvo que dejar la cinta de capitán a Fernando Tobio. Parece que ayer el brazalete estuvo engualichado. Tobio chocó con Ismael Blanco con la rodilla derecha en el aire. Pareció de esas jugadas que hacen pensar lo peor, pero habrá que esperar los estudios. El central se fue en carrito, con el gesto adusto. Esa es la posición que más preocupa a Gareca, porque no tiene mucho recambio. Para jugar esta semana ante Peñarol, en Uruguay, por la Copa Libertadores, el entrenador tendrá que improvisar con Fabián Cubero como central o con la inclusión de Juan Sabia, que ayer hizo su debut con la v azulada. La buena es que Gino Peruzzi, que en el entretiempo ante Deportes Iquique había sido remplazado por precaución, ayer aguantó todo el partido.
